
Este domingo, Irán volvió a lanzar misiles sobre Israel y otra vez sonaron las sirenas en Jerusalén. El conflicto bélico continúa con su escalada y la cifra de muertes aumenta. En ese contexto, un residente argentino en Israel desde hace 30 años contó en primera persona cómo se vive en medio de la incertidumbre entre bombas, sirenas y muerte. “Es duro. Dormimos vestidos, con la mochila lista para evacuar y pendientes de las alarmas”, admite Loam.
“A las 3.30 del viernes sonó la primera de las alarmas. Desde entonces se rompió la rutina. No la pudimos retomar más. Sólo salimos para ir a la farmacia o al supermercado. El resto de las horas hay que estar encerrados dentro de casa y cerca de algún búnker”, relató.
En charla Radio Rivadavia, el argentino que reside en Israel hace 30 años destacó que cada persona que está allí “sabe donde refugiarse”. Y remarcó que las nuevas construcciones en Israel cuentan con alguna habitación segura: “Están construidas con acero y hormigón”. Aunque confía que las construcciones antiguas también “están equipadas” porque cuentan con “sótanos o búnkeres”.
Loam describió que cuando comienza a sonar una sirena, “tenés un minuto para guarecerte”, y que ese accionar “es parte de lo cotidiano”. “Estamos acostumbrados que la sirena suene y tengamos que correr, pero esta vez es diferente. No es un ataque de Hamas, es Irán directamente”, admitió.
El argentino remarcó que Israel cuenta con un sistema defensivo denominado cúpula de hierro, que “intercepta la mayoría de los misiles”. “La efectividad de defensa es de un 90 o 95%. El tema es que hay veces que lanzan muchos al mismo tiempo y alguno se puede filtrar”.

También explicó que el sistema de defensa se aplica fundamentalmente para proteger “zonas pobladas”. “Si ven que un misil se dirige hacia una zona de campo o ruta, lo dejan caer. No lo interceptan. Pero lo detienen si va camino hacia un edificio o casa”, expresó.
En Israel, las últimas horas fueron terroríficas. Se intensificaron los bombardeos. Al menos 13 personas murieron en manos de ataques iraníes desde el viernes pasado. Y tres de las víctimas fatales, son nenes, según un comunicado de prensa difundido este domingo.

También hubo “nueve heridos graves, 30 con heridas moderadas y 341 con heridas leves”, tras otra noche con sirenas de alerta en todo el país debido a los ataques con misiles. En ese contexto, la vida cotidiana en las principales ciudades se ve completamente alterada.
“Hace tres días que no hay clases y no vamos a trabajar – cuenta Loam-. Tampoco se puede ir a la playa, por ejemplo. Estamos pendientes de las alarmas“. El argentino destaca que durante el día se “está más tranquilo”, pero que al caer la noche “comienzan los ataques”. “Uno se acuesta vestido, con la mochila lista y el pasaporte a mano”, resalta.
Hay incertidumbre por lo que vendrá. Ya que el conflicto va en escalada luego de que Israel atacara puntos neurálgicos de armamento iraní. “No sabemos qué va a pasar. Creo que todo dependerá de la respuesta que haya en ambos lados. Nos esperanzamos con que se calme pero sabemos que puede volverse un conflicto prolongado. Lo único que es seguro acá, es que cuando suena la sirena, tenés que correr. No tenés margen para dudar”, se sincera.
“Estamos asustados, pero también preparados. Esta sociedad está entrenada para defenderse. Eso da un poco de tranquilidad en medio de tanto ruido y tensión”, cierra.
D.D.
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