
El Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la UCA advirtió que el 15% de los trabajadores asalariados del país no logra alimentarse adecuadamente, lo que refleja que tener empleo ya no garantiza cubrir una dieta básica.
El estudio mostró que la inseguridad alimentaria golpea con más fuerza a los trabajadores informales (24%), aunque también alcanza a los empleados públicos (14,1%) y a los formales (9,8%).
Por género, las mujeres (15,5%) aparecen apenas más afectadas que los hombres (15%). En cuanto a la edad, el grupo más comprometido es el de 35 a 54 años (17,1%).
El informe también detalla que los subocupados presentan mayores dificultades (21,1%), mientras que entre quienes tienen jornada completa la incidencia baja al 12%.

A nivel regional, el Conurbano bonaerense es el área más crítica (18,9%), seguido por el interior del país (14,8%) y la Ciudad de Buenos Aires (7,1%).
La UCA remarcó además que la educación es un factor clave: mientras solo el 4,6% de los trabajadores con estudios universitarios sufre inseguridad alimentaria, la cifra trepa al 34% entre quienes no completaron el secundario.
En los hogares bajo la línea de pobreza, la situación es alarmante: el 38,6% de los trabajadores no logra alimentarse adecuadamente, frente al 6,9% de los que no son pobres.



