Las reuniones de Fin de Año son una excusa perfecta para disfrutar de sabores únicos, pero también pueden ser un reto para quienes buscan mantener una alimentación equilibrada. La nutricionista Nélida Karavaski recomienda preparar el menú con anticipación y optar por una variedad de ingredientes frescos como frutas y verduras. Además, sugiere moderar el consumo de bebidas azucaradas y alcohólicas, y evitar la contaminación cruzada al cocinar.
Mantener la cadena de frío de los alimentos hasta el momento de servirlos y asegurarse de una cocción adecuada, especialmente en carnes, es esencial para prevenir intoxicaciones.
Sugerencias para un menú más fresco
En lugar de los clásicos platos calóricos, pensar en opciones frescas y ligeras puede marcar la diferencia:
- Vegetales a la parrilla: morrones, zapallitos y papas son excelentes acompañantes.
- Ensaladas creativas: combina frutas, hojas verdes y frutos secos para aportar textura y sabor.
- Postres refrescantes: una ensalada de frutas o helados caseros son opciones ideales para el clima cálido.
Opciones para todos
Si entre los comensales hay personas con restricciones alimentarias, adaptar las comidas es más fácil de lo que parece:
- Ovolactovegetarianos: quesos, vegetales a la parrilla y ensaladas variadas.
- Veganos: tofu como reemplazo del queso y postres con ingredientes de origen vegetal.
- Celíacos: alimentos sin gluten certificados y especial cuidado con la contaminación cruzada.
Disfrutar sin excesos
Es importante evitar los atracones. Comer despacio, saborear cada bocado y realizar pausas ayuda a disfrutar más y a prevenir el malestar. Además, mantenerse hidratado con agua y moderar el consumo de alcohol son hábitos clave para cuidar la salud.
Entre Navidad y Año Nuevo, mantener una rutina de alimentación saludable puede marcar la diferencia. Incluir frutos secos, cocinar en casa y priorizar alimentos frescos no solo es más saludable, sino también más delicioso.
Celebra con consciencia
Las fiestas son un momento para disfrutar y compartir, pero también una oportunidad para incorporar hábitos saludables. Con un poco de creatividad y planificación, es posible disfrutar de la comida como un verdadero placer, sin descuidar el bienestar.
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