
¿Es Argentina un país caro o barato? La respuesta, según un nuevo informe del Instituto IERAL, depende del producto o servicio que se analice. La entidad publicó una comparación internacional de precios de bienes y servicios de consumo final, y los resultados sorprenden: en rubros clave como indumentaria, tecnología y alimentos, el país aparece como uno de los más caros de la región y del mundo.
El estudio compara precios en dólares de 30 productos en 10 países y detecta que Argentina es más cara en el 91% de los casos cuando se trata de bienes durables, ropa y calzado. En alimentación, los precios son más altos en el 48% de los casos analizados. Y en el rubro de servicios personales y familiares, los valores argentinos superan a los de otros países en el 36% de los casos.
La raíz del problema, explican los autores Marcelo Capello y Nicolás Cámpoli, está en la combinación de una moneda apreciada, elevados impuestos internos y restricciones a las importaciones. Todo esto encarece los precios locales en dólares, incluso de productos transables que, en teoría, deberían costar lo mismo en todo el mundo.
Por ejemplo, en enero de 2025, una Big Mac en Argentina costaba 7 dólares, más que en Estados Unidos (5,8), Reino Unido (5,7) y la Unión Europea (6). Solo Suiza registró un precio mayor (8 dólares). Esta hamburguesa, utilizada por The Economist como indicador de precios globales, costaba en Argentina 2,9 dólares en 2020 y 4,1 en 2017, lo que muestra también la volatilidad de los precios locales.
En bienes durables como televisores, freidoras, zapatillas o vestidos, Argentina se posiciona entre los países más caros. En algunos casos, llega a ocupar el segundo o tercer puesto a nivel mundial, según el ranking internacional elaborado con datos de la base Numbeo.
Entre los productos más caros se destacan:
- Vestido de mujer (2° más caro del mundo)
- Zapatillas deportivas (3°)
- Jean (11°)
- Agua mineral (12°)
- Pan blanco (25°)
Pero también hay sorpresas en el otro extremo. El vino argentino es el segundo más barato del mundo (puesto 99), y otros productos como la cuota de gimnasio, el bife de nalga o los cigarrillos también figuran entre los más accesibles a nivel internacional.
En alimentos y bebidas, Brasil es más barato que Argentina en todos los productos comparados. Chile y México también presentan precios más bajos en el 60% de los casos, mientras que Polonia y China lo hacen en un 80%. En contraste, países como Estados Unidos, Francia y Corea tienen precios más altos que Argentina en entre el 80% y el 100% de los casos.
En servicios personales y familiares, como telefonía, transporte, educación o clubes de entrenamiento, Argentina aparece con precios mixtos. Es cara en telefonía móvil y salidas a comer, pero barata en cuotas escolares, expensas y transporte urbano, en parte gracias a los subsidios estatales que aún persisten.
El informe concluye que la competitividad de la economía argentina no puede medirse solo por el tipo de cambio real, que hoy está un 30% por debajo del promedio de los últimos 25 años. Para sostener una economía saludable y exportadora en el tiempo, será clave reducir costos estructurales, bajar impuestos distorsivos y mejorar la productividad.
Mientras tanto, los consumidores argentinos seguirán lidiando con un fenómeno que parece no tener fin: vivir en uno de los países más caros del mundo, incluso en dólares.
