La edición de este jueves de MasterChef dejó uno de los momentos más intensos de la temporada. La dinámica de la noche —la visita de los hijos de los participantes para elegir ingredientes— despertó emociones fuertes entre los famosos. En ese clima, Maxi López fue quien terminó completamente quebrado frente a cámara.
El disparador: la distancia con sus hijos
La presencia de los chicos removió algo más profundo en el exfutbolista, que vive con parte de su familia en distintos países. Mientras conversaba con Wanda Nara, confesó con la voz entrecortada: “Te la pasás extrañando. Allá, acá…”. La conductora, que conoce su historia personal, se acercó de inmediato para contenerlo y preguntarle qué era lo más difícil de esa separación constante.
Wanda interviene y el estudio queda en silencio
Al borde del llanto, Maxi explicó que la distancia se hizo parte de su vida cotidiana y que siempre siente que falta alguien, esté donde esté. “Cuando estoy acá, extraño a mi hija. Cuando estoy allá, extraño a mis hijos. Me cuesta”, dijo mientras intentaba recomponerse. Wanda lo abrazó en vivo y le recordó que lo importante es que todos los chicos están bien.
Una reflexión que abrió una puerta futura
Antes del desafío culinario, Valentino, Constantino y Benedicto expresaron que quieren que su papá siga en el certamen para pasar más tiempo juntos. Ese comentario lo golpeó aún más, y Maxi reconoció que está replanteando su vida familiar: “Voy a tener que tomar una decisión… Me gustaría tenerlos a todos juntos”. Entre risas, Wanda cerró la escena con un guiño a su rol de mediadora: “Voy a convencer a la sueca. Vos sabés que yo todo lo consigo”.
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