Wanda Nara inicia un capítulo distinto en su vida, esta vez desde México, donde comenzó la grabación de la segunda temporada de Love is Blind, el reality que conduce junto a Darío Barassi. Tras meses de tormenta mediática y conflictos personales, la empresaria apuesta fuerte por su carrera y se muestra enfocada en este nuevo desafío laboral que marcará su proyección internacional.
Lejos de los escándalos y con amistades renovadas
Después del fin de su relación con L-Gante y el parate de los conflictos públicos con Mauro Icardi, Wanda transita un momento de calma y silencio mediático. En sus redes sociales mostró además la alegría por el regreso de Kennys Palacios, su amigo y estilista de confianza, quien vuelve a acompañarla en esta etapa con complicidad y buen humor, un bálsamo en medio de tantas turbulencias personales.
Trabajo, familia y nuevos desafíos
Aunque estará fuera del país por unos días, la empresaria mantiene fuerte su agenda profesional, sin descuidar a sus cinco hijos, quienes quedan al cuidado durante su ausencia. Con una energía renovada y el foco puesto en crecer como conductora, Wanda se prepara para dejar su huella en un formato de gran alcance en Latinoamérica, reafirmando que esta nueva etapa será la de su consolidación televisiva y personal.
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