El presidente, Javier Milei, utilizó la inteligencia artificial para representar a políticos kirchneristas como zombies.
Esta mañana, Javier Milei sorprendió a sus seguidores al publicar un video en su cuenta de Instagram que retrata a la Argentina como un país asolado por un virus llamado “Ku-K 12”. Con una estética similar a la serie “The Walking Dead”, el video presenta a figuras emblemáticas del kirchnerismo —desde Néstor y Cristina Kirchner hasta Alberto Fernández y Sergio Massa— convertidos en zombies, una alegoría que busca ilustrar lo que el presidente considera la “destrucción” del país durante los años de gobierno kirchnerista.
El video, creado con inteligencia artificial, inicia con una voz en off que establece un tono apocalíptico. “Hace 12 años, el virus Ku-K 12 comenzó con la destrucción argentina”, declara, describiendo un panorama donde “no solo destruyó cuerpos, sino mentes”. A lo largo de la animación, aparecen rostros familiares de la política y el arte, como el sindicalista Roberto Baradel y los artistas Fito Páez y Florencia Peña, a quienes Milei acusa de “contagiarse por conveniencia”, buscando beneficios personales a costa del país.
La narrativa del video sugiere que muchos “perdieron toda capacidad de pensar por sí mismos”, atrapados en una “ceguera” que los ha consumido. Con imágenes impactantes, se retrata a una nación en caos y sin rumbo, donde los personajes políticos son representados como seres sin vida, enfatizando la crítica de Milei hacia sus opositores y la gestión kirchnerista.
En el clímax de la pieza, un león, símbolo de la identidad política de Milei, camina sobre las ruinas, simbolizando una supuesta recuperación y un nuevo comienzo para Argentina. “El virus se ha vuelto vulnerable y, en medio de la esperanza, una nueva esperanza ha surgido”, concluye el video, dejando entrever un mensaje de optimismo en contraste con la crítica destructiva que lo precede.
La publicación ha generado una ola de reacciones, intensificando la polarización política en el país. Mientras algunos celebran la audacia del presidente en confrontar al kirchnerismo, otros advierten sobre el peligro de fomentar divisiones a través de representaciones tan extremas. El uso de inteligencia artificial para caricaturizar a figuras políticas plantea interrogantes sobre la ética en la comunicación política y el papel de los líderes en la configuración del discurso público.
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