El Mundial de Clubes 2025 en Miami inició con alta tensión para Boca Juniors. El equipo xeneize se había adelantado 2‑0 con goles de Miguel Merentiel y Rodrigo Battaglia, pero Benfica reaccionó en la primera mitad gracias a un penal transformado por Ángel Di María cerca del cierre del primer tiempo.
El árbitro señaló penal tras una falta sobre Nicolás Otamendi por parte de Carlos Palacios. El rosarino tomó la responsabilidad y ejecutó con precisión: envío rasante y al centro, sin dejar dudas, justo antes del descanso.
Boca mantuvo la presión con hinchas encendidos en Miami, pero en la segunda mitad el partido se niveló. A pesar de la expulsión de Andrea Belotti, Benfica logró equilibrar con un cabezazo de Otamendi a los 83 minutos tras un tiro de esquina.
El video del penal y la reacción de Di María rápidamente se viralizaron: las redes destacaron tanto el tiro como su pedido de disculpas hacia la parcialidad bostera, que lo recibió con aplausos y gestos de asombro.
El empate 2‑2 dejó a Boca con sabor amargo, sobre todo por la expulsión de Nicolás Figal a los 88 minutos, que complicará la próxima jornada frente al Bayern Munich.
Además del penal de Fideo y el cabezazo de Otamendi, el partido se tornó muy físico: hubo tres expulsiones (Andrea Belotti, Ander Herrera y Figal) y varios roces fuertes que marcaron el segundo tiempo.
El empate mantiene viva la ilusión de Boca por avanzar en el Grupo C, pero también resalta el carácter europeo de Benfica, que aprovechó las oportunidades y mostró solidez. El torneo recién comienza y la atmósfera recogida en Miami ya marcó una dosis alta de emoción e intensidad.
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