
El mundo entero despide con dolor al primer Papa latinoamericano, Jorge Bergoglio, quien falleció este lunes 21 de abril en Roma.
La noticia sacudió al mundo en la madrugada del 21 de abril: falleció el Papa Francisco, el primer pontífice latinoamericano y argentino de la historia. Desde el Vaticano hasta cada rincón de la Argentina, se vive un profundo duelo, pero también un fuerte sentimiento de gratitud por el legado de amor, humildad y transformación que deja.

Jorge Mario Bergoglio, nacido en Buenos Aires, fue un símbolo de cercanía, empatía y apertura dentro de la Iglesia. Su elección como Papa en 2013 representó un antes y un después. Habló siempre desde la simpleza, abrazando a los pobres, a los jóvenes, al arte, a la educación y a los más vulnerables. Su vida estuvo marcada por la fe y el compromiso social.
Desde Córdoba, Canal C Argentina emitió un especial para rendirle homenaje. “El Papa de la humanidad”, así lo definieron. Desde allí recordaron que fue él quien impulsó la canonización del cura Brochero, otro símbolo del pueblo.
Murió a las 2:35 de la madrugada, hora argentina, en su austera habitación de 40 metros cuadrados en Santa Marta, el lugar donde eligió vivir alejado de los lujos del Vaticano. En pleno tiempo pascual, su partida adquiere un sentido providencial para muchos creyentes. “Morir luego de la Pascua es unirse al misterio de Cristo que muere y resucita por nosotros”, reflexionó el padre Andrés Rodríguez, rector de las Escuelas Pías de Córdoba.
Sus últimas apariciones públicas fueron conmovedoras: quiso estar con la gente, a pesar de una neumonía que lo había debilitado durante más de un mes. “Recen por mí”, pedía. Y así lo hicieron millones de fieles en todo el mundo.
La Catedral de Buenos Aires amaneció con cientos de personas que se acercaron para despedirlo con oraciones, lágrimas y flores. Las escuelas católicas suspendieron sus clases. La Argentina entera llora al argentino más influyente de su historia reciente.
El Papa Francisco fue también un puente con las nuevas generaciones. Jóvenes, artistas y referentes culturales encontraron en él un aliado. “El arte te ensancha el corazón”, decía Francisco. Su relación con el arte, la educación y el pensamiento marcó su papado.
Imágenes de Maradona, Leonardo DiCaprio y Sebastián Yatra visitándolo muestran cómo su mensaje trascendió fronteras y credos. Su empatía y humanidad abrieron la Iglesia al mundo moderno, sin perder su esencia.
Comienzan ahora 21 días de duelo y ceremonias en el Vaticano para despedirlo como lo merece. Sin protocolos ostentosos, tal como él mismo lo pidió. Solo la luz eterna de la fe y el recuerdo imborrable de quien supo acercar a la Iglesia a los corazones de millones.
En un emotivo homenaje televisivo, el padre Mariano Oberlin despidió a Francisco con palabras de amor, fe y compromiso por los más pobres.
“El adiós no sé si es la palabra correcta…”, comienza diciendo el conductor del noticiero especial. Frente a cámara, el padre Mariano Oberlin se convierte en la voz de muchos argentinos que hoy sienten el alma un poco más vacía. Su presencia no es casual: su historia y su compromiso con los más humildes lo convierten en uno de los referentes espirituales que mejor encarnan el legado del Papa Francisco.

“Yo me lo imagino entrando al cielo, aplaudido por los santos y abrazado por Dios”, dice Oberlin, conmovido. Para él, el Papa fue, ante todo, un hombre profundamente fiel al Evangelio. Aquel que pidió abrir el corazón a los migrantes, compartir con los pobres, y pensar una economía donde todos puedan vivir dignamente.
El padre recordó los ataques que recibió Francisco a lo largo de su pontificado: “Lo tildaban de papa de la grieta, pero era simplemente evangélico”. Y citó a Jesús: “Tuve hambre, me diste de comer; fui forastero, me recibiste”. Esa fue, asegura, la guía del Sumo Pontífice.
Una de las postales más humanas del homenaje llegó con el recuerdo de su hija Anita, de siete años, quien al ver la noticia dijo: “Pasó la Pascua y ahora está más cerquita de Dios”. Palabras simples, pero profundamente verdaderas. “Ha resucitado con Cristo”, reafirmó Oberlin.
Además, destacó el amor que generó Francisco en sectores populares: “Hace años nadie sabía quién era el Papa. Hoy una viejita del barrio me dijo: ‘Qué tristeza, padre, se nos fue el Papa’”. No solo lo conocían, sino que lo sentían parte de la familia.
Consultado sobre el mensaje del presidente Javier Milei, que expresó su pesar y anunció duelo nacional, Oberlin no dudó: “No coincido políticamente con él. Incluso celebramos una misa en desagravio por lo que dijo. Pero este gesto es hermoso. Quiero creer que lo hace honestamente”.
En medio del dolor, el padre invitó a recordar lo esencial: “Francisco ya está en el cielo, y su vida nos prepara para ese encuentro definitivo con Dios”.
El Padre Mariano Oberlin y el Cardenal Ángel Rossi reflexionaron sobre el impacto humano, espiritual y político del Papa Francisco en una emotiva entrevista tras su fallecimiento.
La noticia del fallecimiento del Papa Francisco resonó en todo el planeta, y especialmente en Argentina, su tierra natal. En una entrevista íntima y sentida, el Padre Mariano Oberlin y el Arzobispo de Córdoba, Cardenal Ángel Rossi, compartieron recuerdos y reflexiones sobre la figura de Jorge Bergoglio, el primer Papa latinoamericano y jesuita de la historia.

Ambos religiosos coincidieron en que Francisco representó una bisagra en la historia de la Iglesia: “Un Papa revolucionario, pero con raíces profundas en el Evangelio”, expresó Oberlin. Recordaron el histórico anuncio del “Habemus Papam” en 2013 y cómo sorprendió al mundo el nombramiento de un cardenal argentino. “No sabíamos si creerlo, pero cuando se confirmó fue un sacudón de esperanza”, contó el sacerdote.
Rossi, quien vivió y trabajó ocho años junto a Bergoglio, lo describió como “un hombre de Dios profundamente humano, con una sensibilidad excepcional ante la fragilidad del otro”. Destacó su coherencia, su capacidad de gestión y su fe vivida sin adornos: “Montó el Evangelio en pelo, sin ponerle aperos. Lo proclamaba y lo vivía”.
Consultado sobre el próximo cónclave, Oberlin no ocultó su deseo: “Me encantaría que Rossi sea el próximo Papa”. A lo que el arzobispo respondió entre risas: “Es una de las pocas certezas que manejo: gracias a Dios, no será así”. Sin embargo, ambos coincidieron en que el mundo necesita un sucesor que continúe el camino iniciado por Francisco: cercano, comprometido y profundamente evangélico.
Francisco quedará en la memoria de millones como el Papa que pidió “hacer lío“, que le habló al pueblo en su idioma y que puso a la Iglesia en diálogo con el mundo real. Su legado, sin dudas, marcará a las futuras generaciones de fieles y pastores.