
Lady Gaga ofreció un concierto gratuito la noche del sábado ante al menos un millón de fanáticos que se congregaron en la playa de Copacabana para el espectáculo más grande de su carrera.
“Esta noche estamos haciendo historia (…) Gracias por hacer historia conmigo”, agradeció ante la multitud la Mother Monster, que inició el espectáculo apenas pasadas las 10 de la noche, hora local, con su canción de 2011, “Bloody Mary”, sobre una estructura victoriana y en medio de un gigantesco escenario de 1.260 metros cuadrados que evocaba un teatro griego.
Gritos de alegría surgieron de los fanáticos apretujados que cantaban y bailaban hombro con hombro en la vasta extensión de arena. La emoción llegó a su punto máximo cuando Gaga mostró un vestido con los colores de la bandera brasileña.
En la velada, y con vestuarios extravagantes, la artista interpretó sus clásicos éxitos, incluidos “Poker Face” y “Born This Way”, acompañada por decenas de bailarines y músicos.

Al igual que en sus recientes conciertos en México, Gaga se tomó un momento para dedicar unas emotivas palabras a los fans desde un balcón, donde agradeció la espera de 13 años para volver a presentarse en vivo en el país.
“Quizá se pregunten por qué me tomó tanto tiempo regresar, pero la verdad es que estaba sanando, estaba volviéndome más fuerte”, dijo. Y agregó: “Mientras sanaba, algo poderoso estaba pasando: ustedes seguían ahí, ustedes seguían llevándome y pidiéndome que regresara cuando estuviera lista. Brasil, ¡estoy lista!”.

Gaga también dijo que la gente de Brasil es tan vibrante y hermosa “como el sol y la luna que se elevan sobre el océano aquí mismo en la playa de Copacabana”. Tras estas palabras interpretó Alejandro.

“Les puedo prometer que la última vez que vine nos volvimos amigos, pero ahora somos familia, muchas gracias”, señaló antes de interpretar su canción galardonada con el Oscar y el Grammy “Sallow” de la película “A Star Is Born” (“Nace una estrella”).
Algunos fans, muchos de ellos jóvenes, llegaron a la playa al amanecer para asegurarse un buen lugar, armados con bocadillos y bebidas. Pasaron el día bajo un sol abrasador, mientras otros trepaban a los árboles, decididos a obtener una vista panorámica.

Las actuaciones a gran escala son parte de un esfuerzo liderado por el Ayuntamiento para impulsar la actividad económica después de las festividades de Carnaval y Año Nuevo y las próximas celebraciones del Día de San Juan en junio.
Lady Gaga llegó a Río en las primeras horas del martes. La ciudad estuvo viva con la Gaga-manía desde entonces, mientras se preparaba para recibir a la estrella del pop para su primer espectáculo en el país desde 2012.

Empleados del metro de Río bailaron al ritmo de la canción de 2008 de Lady Gaga “LoveGame” y dieron instrucciones para el sábado en un video. Una exposición gratuita que celebra su carrera agotó sus entradas.
Aunque la gran mayoría de los asistentes eran de Río, el evento también atrajo a brasileños de todo el país y visitantes internacionales.

Más de 500.000 turistas llegaron a la ciudad en los días previos al espectáculo, más del doble de la previsión inicial, según datos de la estación de ómnibus local y el aeropuerto Tom Jobim, dijo el Ayuntamiento de Río en un comunicado el viernes.

Río y sus autoridades tienen un historial de organizar grandes conciertos en la playa de Copacabana. El año pasado, el espectáculo de Madonna atrajo a un estimado de 1,6 millones de fanáticos, mientras que cuatro millones de personas inundaron la playa para un espectáculo de Nochevieja de Rod Stewart en 1994. Según Guinness World Records, ese fue el mayor concierto de rock gratuito de la historia.
Para asegurar que los fans pudieran escuchar las canciones, se distribuyeron dieciséis torres de sonido a lo largo de la playa.


El plan de seguridad del estado de Río incluyó la presencia de 3.300 militares y 1.500 policías, y 400 bomberos militares.


Con el concierto en la playa de Copacabana, Lady Gaga saldó una deuda que tenía pendiente con Brasil desde hacía 13 años, cuando visitó el país con la gira mundial ‘The Born This Way Ball’.

—