
La banda Supersonics, reconocida por sus tributos a Nirvana, se vio obligada a cancelar su gira por Chile luego de recibir amenazas tras los incidentes ocurridos en Avellaneda durante el partido entre Independiente y Universidad de Chile. La serie de mensajes anónimos incluía fotos del auto y la casa de uno de los productores chilenos, lo que derivó en la decisión de suspender los shows programados en Quilpué, Talcahuano y Santiago.

Esteban Molina, baterista del grupo, señaló que “la única explicación que nosotros encontramos fue ser argentinos” y vinculó las amenazas con una actitud xenófoba. A pesar de que el productor chileno denunció los hechos, “no recibió garantías de seguridad”, según explicó Molina, lo que precipitó la cancelación de la gira. La banda enfatizó que su actuación no tenía relación con el fútbol y que no existió provocación por su parte: “No tenemos nada que ocultar, no hicimos nada malo”, declaró.

El músico también destacó que no generalizan estas actitudes a todo el público chileno, ya que muchos fanáticos les mostraron su apoyo. Sin embargo, consideró que la situación marca un precedente preocupante sobre la seguridad de los artistas argentinos en Chile. Molina cerró con un mensaje contundente: “Ganaron los malos”, refiriéndose al impacto que tuvieron las amenazas en la gira.