
La Capilla Sixtina, con sus frescos de incalculable valor artístico y teológico, ha sido objeto de innumerables estudios a lo largo de los siglos. Sin embargo, su obra más monumental, el Juicio Universal de Miguel Ángel, parece seguir guardando secretos.
Un nuevo estudio, publicado por la restauradora y experta en arte renacentista Sara Penco, asegura haber identificado la figura de María Magdalena en el fresco, un hallazgo que podría cambiar nuestra comprensión de una de las obras más icónicas del Renacimiento.
Construida entre 1473 y 1481 bajo el papado de Sixto IV, la Capilla Sixtina es un espacio cargado de simbolismo y fe. Miguel Ángel trabajó en ella en dos etapas, primero en la bóveda (1508-1512) y luego, a partir de 1536, en el Juicio Universal. Esta segunda obra, que ocupa toda la pared del altar, es un monumental relato visual del destino humano, la salvación y la condenación.

La Capilla Sixtina: una figura de esperanza y redención
Hasta ahora, el complejo entramado de personajes se había estudiado a fondo, pero la propuesta de Penco introduce un elemento nuevo en la escena. En su libro Maria Maddalena nel Giudizio di Michelangelo, sostiene que Miguel Ángel representó a María Magdalena en el fresco, no como la tradicional penitente, sino como una figura de intercesión y esperanza.
Según su análisis, la figura se encuentra a la izquierda de Jesucristo, cerca de los santos que interceden por las almas, y se destaca por su postura dinámica y su mirada dirigida hacia él.
A diferencia de otras representaciones clásicas de la Magdalena, en este fresco aparece con una actitud empoderada y activa. El manto de tonos cálidos y la postura la separan de la imagen de penitente solitaria. Además, la figura sostiene lo que parece ser un pequeño frasco, un detalle que se relaciona directamente con los óleos que, según la tradición, usó para ungir los pies de Jesús.

La posición y el simbolismo que Penco atribuye a esta figura sugieren que Miguel Ángel la incluyó para destacar su papel de “apóstola de los apóstoles”, subrayando su importancia como testigo de la resurrección.
El estudio de Penco no se limita a una simple observación. Se apoya en una investigación interdisciplinaria que combina técnicas de restauración digital, como la espectroscopía infrarroja, con un profundo análisis iconográfico y la consulta de fuentes históricas, incluyendo escritos contemporáneos de Miguel Ángel y teólogos de la época.
Esto permite a la experta ofrecer una hipótesis sólida sobre la presencia de la Magdalena y el simbolismo detrás de ella, una perspectiva que invita a una nueva lectura de la obra maestra.

Más detalles sobre el hallazgo
- Análisis iconográfico: el estudio detalla los rasgos y elementos de la figura que se corresponden con la iconografía de la Magdalena, como el cabello largo y suelto y una expresión de intensa devoción.
- Contexto teológico: la inclusión de la Magdalena podría reflejar los debates religiosos del Renacimiento tardío sobre el papel de las figuras femeninas en la redención y la misericordia divina.
- fuentes históricas: se menciona la consulta de la correspondencia de Miguel Ángel y textos de teólogos como Savonarola para reforzar la hipótesis.
- Técnicas digitales: la investigación se basa en el uso de tecnologías de restauración digital para examinar capas de pintura que no son visibles a simple vista, revelando detalles ocultos.
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