
En Rosario, una joven de 22 años vivió momentos de tensión el pasado domingo 10 de agosto cuando un chofer de Uber intentó secuestrarla durante un viaje. La madre de la víctima, Luciana, denunció que notó un desvío del recorrido previsto por la aplicación y que su hija le respondió que estaba “asustada”. De inmediato, la mujer siguió al vehículo mientras alertaba a la Policía de Santa Fe, que finalmente logró interceptarlo.
Durante la intervención, los agentes constataron que el conductor llevaba sogas y un machete en el baúl del auto, aunque la joven no había sufrido agresión física. Luciana relató que dentro del vehículo el hombre intentó quitarle el teléfono a su hija para controlar la comunicación, situación que despertó su temor y motivó la rápida acción de su madre.

A pesar del hallazgo de elementos peligrosos, el chofer no fue detenido tras la denuncia, ya que según las autoridades no se había consumado una agresión. Sin embargo, la cuenta del conductor en la aplicación fue suspendida mientras se investigan los hechos. La madre de la víctima subrayó la importancia de estar alerta ante situaciones similares y pidió que se considere el intento de secuestro como un delito.