El presidente Donald Trump dijo que se sometió a una resonancia magnética a principios de este mes y dijo a los periodistas a bordo del Air Force One el lunes que los resultados habían sido “perfectos“, pero se negó a decir por qué sus médicos habían ordenado la exploración.
Trump también reiteró su interés en un tercer mandato, afirmando que le encantaría hacerlo debido a su popularidad entre sus partidarios.
Trump, quien habló con la prensa durante unos 30 minutos en un vuelo a Tokio desde Kuala Lumpur, Malasia, durante su viaje de casi una semana por Asia, parecía decidido a presentarse como apto para liderar, si no para volver a postularse a la presidencia.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, el secretario de Estado, Marco Rubio, el secretario del Interior, Doug Burgum, y el secretario de Salud y Servicios Humanos (HHS) de los Estados Unidos, Robert F. Kennedy, Jr., asisten a una reunión del gabinete en la Casa Blanca en Washington, D.C., Estados Unidos, el 26 de agosto de 2025. REUTERS/Jonathan Ernst La Constitución establece un límite de dos mandatos para los presidentes, pero Trump y sus partidarios han planteado cada vez más la posibilidad de encontrar una forma de eludir la Enmienda 22, que establece que “ninguna persona será elegida para el cargo de presidente más de dos veces”, independientemente de si los mandatos son consecutivos.
Al hablar sobre su salud, Trump ofreció un pequeño detalle nuevo sobre las pruebas que el médico de la Casa Blanca, Dr. Sean P. Barbabella, dijo que el presidente había recibido durante una reciente visita al Centro Médico Militar Nacional Walter Reed.
“Les di los resultados completos”, dijo Trump, tergiversando el resumen publicado por su médico.
El resumen no mencionaba que Trump se hubiera hecho una resonancia magnética y ofrecía pocos detalles sobre las pruebas a las que se había sometido el presidente.
Cuando se le preguntó por qué se había hecho una resonancia magnética, el presidente respondió:
“Podrían preguntarles a los médicos”.
La resonancia magnética, una tecnología no invasiva que crea imágenes detalladas del interior del cuerpo, se utiliza a menudo para la detección y el seguimiento de enfermedades, o para detectar anomalías óseas o articulares.
A sus 79 años, Trump es la persona de mayor edad en ser elegida presidenta, y tendría más de 80 años al final de su segundo mandato.
Sus críticos han especulado sobre su salud en los últimos meses, tras aparecer repetidamente ante las cámaras con moretones en el dorso de la mano y tobillos hinchados.
Karoline Leavitt, secretaria de prensa de Trump, declaró entonces que su visita al Walter Reed a principios de mes formaba parte de un chequeo médico anual de rutina, aunque ya se había sometido a un examen físico en abril.
Poco después de su última visita, viajó a Oriente Medio.
Al responder preguntas el lunes, Trump parecía decidido a presentarse como la imagen misma de la salud física y mental, afirmando, sin pruebas, que dos legisladoras demócratas, las representantes Alexandria Ocasio-Cortez de Nueva York y Jasmine Crockett de Texas, no aprobarían los exámenes de salud cognitiva que él realizó en Walter Reed.
No especificó si se los realizó en su última visita.
“Que AOC se enfrente a Trump”, dijo Trump, refiriéndose a sí mismo como candidato en una hipotética carrera presidencial. “Que Jasmine se enfrente a Trump. Las primeras dos preguntas son fáciles: un tigre, un elefante, una jirafa. Cuando llegan a cinco o seis, luego a diez, veinte y veinticinco, no podrían ni de lejos responder a ninguna de esas preguntas”.
Trump no especificó a qué prueba se refería.
La semana pasada, Steve Bannon, ex estratega de Trump, dijo que era parte de “un plan” para ayudar al presidente a ser elegido para un tercer mandato.
“Trump será presidente en 1928 y la gente debería adaptarse a eso”, dijo.
c.2025 The New York Times Company
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