
En el último mes, tres niños fueron atacados por perros potencialmente peligrosos en distintos puntos de Córdoba, lo que reabrió el debate sobre controles, responsabilidad y cumplimiento de la normativa vigente. El hecho más grave ocurrió días atrás en El Brete, donde un bebé de un año fue atacado por un pitbull dentro de una vivienda. El pequeño sufrió heridas en el cráneo, la cara y el cuello, fue trasladado de urgencia al Hospital de Niños y permanece internado tras ser operado.
Dos agresiones más y un dueño imputado
Otro caso ocurrió el 1° de diciembre en barrio Los Boulevares, cuando un niño de 9 años fue mordido en la cabeza mientras jugaba al fútbol. El pitbull que lo atacó pertenecía a un vecino que dejó salir a sus perros sin supervisión, pese a tener antecedentes de agresividad. El municipio retiró los animales y el propietario quedó imputado, mientras la familia del menor impulsará una querella para agravar la acusación. El tercer ataque se registró en Villa Carlos Paz el 7 de noviembre, cuando un dogo mordió a una niña de 9 años en la calle. Ese animal también tenía denuncias previas.

Qué dicen las normas y por qué no alcanzan
Aunque Córdoba capital endureció en 2023 la ordenanza que regula a los perros potencialmente peligrosos, con registro obligatorio, licencias y capacitaciones, los especialistas advierten que los requisitos se cumplen poco y nada. Otras ciudades, como Villa Carlos Paz, también cuentan con regulaciones que incluyen multas, pero los ataques continúan. La muerte de la niña Trinidad Ballesteros en 2023 marcó un antes y un después en el debate, pero el cambio cultural sigue pendiente.
Responsabilidad, educación y señales de alerta
Veterinarios insisten en que la clave está en la tenencia responsable, el manejo adecuado y la educación del animal desde cachorro. Señalan que cualquier perro —de raza o mestizo— puede volverse potencialmente peligroso si no recibe límites claros y socialización. También advierten que los ataques no ocurren “de repente”, sino que suelen manifestarse con señales previas como gruñidos, lomo erizado o muestra de dientes. En casos de agresión, recomiendan una evaluación clínica y conductual urgente, aunque reconocen que no siempre es posible garantizar la rehabilitación. Los especialistas coinciden en que las leyes existen, pero fallan el control y la conciencia de los propietarios.




