Trama secreta: cómo fue la negociación entre Cristina y el Gobierno para que la marcha no se desmadre

Muy poco de todo lo que pasó alrededor de la detención en prisión domiciliaria para Cristina Kirchner, sin pasar por los tribunales de Comodoro Py, y sin que el PJ concentre para movilizarse a Plaza de Mayo en los alrededores de su domicilio de confinamiento, fue sorpresivo para los actores involucrados en esta trama. El Gobierno Nacional, los propios Kirchner y la Justicia que actúo en este caso iniciaron un negociación para que todo terminé como terminó. O casi todo.

Desde la Casa Rosada, fueron la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y también el viceministro de Justicia, Sebastián Amerio, tuvieron contactos informales con las autoridades del Tribunal Oral en lo Criminal Federal 2 para hacerles llegar este mensaje: el Gobierno les sugirió que consideraban como mejor opción que se le otorgue el arresto domiciliario a la expresidenta sin que ella deba trasladarse a los tribunales. Si lo hacía, sería acompañada de una gran multitud de manifestantes que sería difícil de controlar. Lo mismo transmitió Amerio. Los Kirchner, a través del ministro de Justicia de Buenos Aires, Juan Martin Mena, también se comunicó con autoridades del Poder Judicial para garantizar una buena conducta de su Jefa si es que se cumplía ese deseo de Cristina.

Aunque la negociación irritó a los jueces, finalmente decidieron notificarla vía zoom de sus condiciones de arresto. Una delegación de la Policía de la Ciudad fue durante la tarde del martes hasta San José 1111 para que esa notificación se realizara de forma personal. Le tomaron las huellas digitales, y se labró un acta con dos testigos.

La marcha del peronismo K a Comodoro Py 2002, que había puesto en estado de alerta total a todos los jueces y fiscales que trabajan allí, se debía cancelar. Eso, a pesar de que a la expresidenta la sorprendió la orden del TOF 2 de que deberá reducir sus visitas, a la que se sumaron la implementación del sistema de vigilancia vía tobillera electrónica y también el ítem de que debería evitar cometer acciones que puedan alterar la convivencia pacífica de los vecinos de su lugar de encierro, u otras que pudieran alentar a los militantes a romper la convivencia pacífica entre los habitantes de esa zona del barrio de Constitución, que cambió por completo su dinámica desde que Kirchner se mantuvo en su departamento esperando la decisión ya penitenciaria sobre su situación procesal.

Todos cedieron en sus intereses. Pero trajo alivio que se desactive la concentración en la esquina de San Juan y San José, a una cuadra del departamento de la ya presa con sentencia firme, que pretendía realizar el PJ como parte de la movilización de este miércoles.

La reacción de los voceros peronistas de la expresidenta fue casi inmediata. El jefe de bloque de los senadores de Unión por la Patria, José Mayans, salió durante la tarde del martes de la sede partidaria de la calle Matheu y comunicó lo acordado: “No habrá marcha a Comodoro Py”.

En secreto, la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, y Mena acordaron con funcionarios del Ministerio de Bullrich, y de los encargados de la seguridad en la Jefatura porteña, que la marcha esquivaría un primer encuentro del “aparato” del PJ orgánico y de La Cámpora en las cercanías de San José 1111. El pacto se cumplió. La intendenta Mendoza hizo declaraciones hacia el fin del día en ese sentido: “Cristina no puede salir al balcón”. Más tarde se conoció, vía comunicaciones informales entre estos actores de la trama de la detención de Cristina, que el peronismo y La Cámpora, junto a los gremios alineados a ese sector K, llevarían a su militancia directamente a Plaza de Mayo.

Lo volvió a ratificar Mayans y también la senadora bonaerense Teresa García en declaraciones que hicieron a los medios en la puerta de la sede central del PJ.

La negociación sobre el horario y hasta el rumbo callejero que tendría esa movilización nonata también se había acordado con el Gobierno y la Jefatura porteña si es que finalmente Kirchner debía notificarse de su detención en Comodoro Py 2002. El camino también por el que recorrerían la Ciudad los militantes y la expresidenta se habían arreglado entre los delegados los K y los funcionarios, si es que se realizaba.

La llegada a Comodoro Py de una eventual larga marcha encabezada por Cristina generaba temor y nerviosismo como pocas veces antes había pasado en ese edificio acostumbrado a cualquier avatar de la coyuntura.

Todas las decisiones tomadas el martes, por todas las partes, parecieron encontrar un punto justo, un equilibrio entre los intereses en pugna. Como si se hubiera dialogado antes al respecto. Fue lo que pasó.

Clarín reconstruyó esta trama secreta de la detención domiciliaria de Kirchner, y de cómo se movilizaría su dirigencia en base a fuentes inobjetables del Poder Ejecutivo, la Justicia, y el PJ.

fuente: CLARIN

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