Juan Carlos Ramón Cuello, empleado municipal de Oliva, fue imputado por homicidio culposo agravado en relación con la muerte de Deolindo Gómez, un hombre en situación de calle, cuyo cuerpo fue hallado el 31 de mayo entre los montículos del basural municipal. La fiscalía acusa a Cuello de haber atropellado accidentalmente a la víctima mientras operaba una pala mecánica en el predio.
La investigación, que duró seis meses, analizó pruebas y testimonios para determinar las circunstancias del hallazgo. Según los peritajes, las labores realizadas en el basural y la ubicación del cuerpo sugieren que Gómez pudo haber sido aplastado por la máquina de manera involuntaria, producto de negligencia o imprudencia del imputado.
Desde el momento de la desaparición, la familia de la víctima reclamó respuestas. Dylan y Priscila, hijos de Gómez, denunciaron públicamente retrasos e inconsistencias en la investigación, generando presión para que la causa avanzara. Con la imputación formal, ahora el proceso judicial empieza a definirse con mayor claridad.
Cuello deberá presentarse ante la jueza Mónica Biandrate para declarar. Su testimonio será clave para esclarecer si la tragedia se produjo por un error involuntario o un descuido grave. La fiscalía evaluará los elementos recolectados para decidir si existen fundamentos suficientes para llevar el caso a juicio.
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