
Durante años se instaló la idea de que las suculentas son las plantas más fáciles de cuidar, ideales para quienes no saben nada de jardinería o para los que siempre se olvidan de regar. Sin embargo, la realidad es bastante distinta: aunque son resistentes, no son eternas ni sobreviven a cualquier descuido.
En Argentina cada vez más gente se suma a la moda de coleccionarlas, pero también es común escuchar frases como: “Yo ni una suculenta puedo mantener viva”. Esto pasa porque circulan muchos mitos que llevan a cuidarlas mal y, al final, terminan muriendo. Un artículo del sitio web Epic Garden desmiente las creencias vinculadas a estas pequeñas plantas.
Mito 1: “Son imposibles de matar”
Nada más lejos de la verdad. Si las ponés en un rincón oscuro, las regás de más o las olvidás por meses, tarde o temprano se mueren, señala Madison Moulton, la autora de la nota. Lo que ocurre es que suelen resistir un poco más que otras plantas, pero eso no significa que aguanten cualquier cosa.
La clave está en darles el entorno correcto: maceta con buen drenaje, luz suficiente y riego controlado. Con eso, sí son fáciles.
Mito 2: “Van bárbaro adentro de casa”
Acá viene otro error clásico. Las suculentas aman la luz y el aire seco, todo lo contrario a lo que ofrece un departamento oscuro o un living húmedo en invierno.
Si querés tenerlas puertas adentro, buscá un balcón cerrado bien soleado o un lugar pegado a una ventana con buena ventilación. Si ves que la planta se estira demasiado y se pone débil, es señal de que no le alcanza la luz.

Mito 3: “Todas necesitan sol pleno”
No todas las suculentas son del desierto. Lo mejor es investigar qué especie tenés y tratar de imitar su ambiente natural. Algunas van perfecto en pleno sol, pero otras agradecen un poco de sombra.
Mito 4: “No hace falta regarlas”
El típico consejo de “no las riegues nunca” es una sentencia de muerte. Sí, almacenan agua en las hojas, pero igual necesitan riego regular. La técnica más simple: regá solo cuando la tierra esté seca del todo. Si las hojas empiezan a arrugarse, ya esperaste demasiado.
Mito 5: “Suculentas y cactus son lo mismo”
No, no lo son. Todos los cactus son suculentas porque almacenan agua, pero no todas las suculentas son cactus. El mundo de las suculentas es enorme e incluye géneros como Echeveria, Haworthia o Aloe.
Mito 6: “Pueden crecer en cualquier suelo”
Otro mito que les juega en contra. No sirve usar tierra común de jardín porque es demasiado compacta y retiene agua. Las suculentas necesitan sustrato liviano, con arena y piedras pequeñas que permitan drenar rápido.
En cualquier vivero argentino conseguís tierra para cactus y suculentas ya lista, que funciona perfecto.

Mito 7: “Soportan cualquier clima”
En nuestro país hay zonas donde las suculentas no resisten el frío intenso, como en la Patagonia o en algunas provincias con heladas fuertes. Otras no soportan calor extremo sin sombra.
Cada especie tiene su rango de tolerancia. Lo ideal es elegir variedades adaptadas a tu región o darles protección en invierno y en los días más pesados de verano.
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