
A diez años de Violetta, Tini Stoessel, decidida a marcar un antes y un después en su carrera, volvió a la actuación con Quebranto, la nueva serie dramática de Disney+ que estrenó este viernes en todo el mundo. En el trayecto, la artista atravesó un proceso de transformación en el que dejó atrás los escenarios por un tiempo y se puso en la piel de Miranda, una pianista prodigio con trastorno de ansiedad que viaja a México en busca de la verdad sobre sus orígenes.
En esta ficción, Tini Stoessel se sumerge en un registro actoral totalmente nuevo para ella, con un drama crudo, cargado de tensión y matices emocionales. Quebranto mezcla suspenso, misterio y un retrato humano profundo, en una historia que promete conquistar tanto a sus seguidores como a quienes la verán por primera vez en un rol tan desafiante, con el que atravesará un viaje emocional intenso y revelador.
En una charla exclusiva con Clarín, a pocas horas del estreno, Tini habló sobre cómo se preparó emocionalmente para dar vida a Miranda, qué significó para ella volver a la actuación después de años dedicada a la música y cómo vive este nuevo capítulo de su carrera. Además, reveló lo importante que es este rol en su camino hasta la transparencia y la vulnerabilidad con respecto a su salud mental.
Spoiler: de su relación con el campeón del mundo Rodrigo de Paul, ni una palabra.
-Decidiste volver a la actuación en el rol de Miranda, que es mega desafiante. ¿Te daba vértigo volver con algo tan fuerte de golpe?
-Creo que siempre algo nuevo, alguna decisión que tome, me da adrenalina, me genera dudas, me genera miedo y felicidad al mismo tiempo… Es de todo un poco. Pero la realidad es que trato de centrarme en lo productivo que fue para mí personalmente, en los vínculos que creé después de este proyecto y en lo que yo sentí, porque también me vino a sanar, a acompañarme. Trato de quedarme con eso y con la primera impresión que tuve de esta historia. Sí, obviamente, es difícil después de diez años, lo último que hice fue Violetta. Pero me sentí re contra acompañada por el director y por mis compañeros.

Cómo contar la ansiedad
-Te tocó interpretar a una persona que sufre de ansiedad. ¿Cómo te preparaste para representarlo, teniendo en cuenta que hay personas que lo atraviesan como una batalla de todos los días?
-Remarco la importancia del equipo. Se dieron muchas charlas y me dieron el espacio de escucharme a la hora de cómo prefería encarar yo esta situación. Se me dio espacio de ensayo y de conversación a la hora de filmar. Después de hacer esas escenas, uno queda muy cargado. A la mente a veces le cuesta un poco diferenciar si algo es real o no. Uno empieza a respirar mal, se empieza a poner nervioso y las lágrimas empiezan a ser de verdad. Por eso se cuidó mucho cada una de esas escenas, al igual que las escenas de acción. Fue todo muy cuidado, y yo me sentí muy abrazada desde ese lugar.
“Miranda también me vino a recordar muchas cosas a mí. Esto es re personal, pero me preguntaron dónde quería tener las heridas. Porque era algo que a mí, para poder hacerlo, se me hacía como algo que yo ya había encarnado de alguna manera. Y eso se cuidó y se respetó mucho”, sumó.

El costado vulnerable
-Lo que le pasa a Miranda se relaciona un poco con el trayecto que contaste que atravesaste con tu disco Un mechón de pelo, en el que mostraste un costado súper vulnerable que no te habías animado a mostrar antes. ¿Sentiste que fue un camino conjunto entre vos y tu personaje?
-Sí, totalmente. Me vienen preguntando cuál fue mi aprendizaje y qué me llevo de esto. Siento que en algunas cosas, obviamente salvando las distancias de las historias de cada una, siempre hay puntos en común en esos ataques de pánico, en esa ansiedad, en esa angustia y en ese recordatorio de hablar, de animarme, de hacerme esas preguntas incómodas, que a veces no te gustan o no te animás a hacerte. Es meterte en lugares oscuros y en lugares que empezás a navegar y te preguntas “¿Esto cuando se termina?”. Y creo que todos estos personajes nos vienen a enseñar la importancia de animarse a hablar.
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Así recibieron a Tini Stoessel en el Museo Soumaya de México
-¿Sentís que estar en México te ayudó a conectar con tu personaje? ¿Cómo fue vivir acá?
–Había estado en México varias veces y siempre fue un lugar que me gustó. La gente, los shows, la manera en la que se emocionan, que es como a todo o nada. Hay una pasión a la hora de cantar las canciones que los hace un público muy especial, del que yo nunca me olvido. Y fue muy lindo porque también hay mucho argentino acá. Más allá de que con mis compañeros nos volvimos recontra amigos, tuve la oportunidad de hacerme un grupo de amigos argentinos. Siempre es lindo encontrarte a gente de tu país afuera.
“Obviamente que ayuda, porque si bien había estado en México no conocía los lugares en los que estuvimos. Yo no había estado, y el personaje de Miranda tampoco. Entonces esa realidad ayudó mucho a la sorpresa, al entender. Había muchas cosas de vivir acá que el personaje también tenía de no conocer del todo. Esto ayudó mucho a hacerlo realidad, a encarnarlo”, añadió.

-¿Quebranto te dio ganas de volver a enfocar tu carrera hacia lo actoral? ¿O fue algo muy particular que sentiste que necesitabas hacer?
-Siento que sí fue algo muy particular, pero al mismo tiempo siempre estoy abierta a actuar y a meterme en la vida, en la mente y en el corazón de algún personaje o alguna historia que me llame la atención. Pero me gusta darle el tiempo que yo le dí a este proyecto. Yo puse un freno de alguna manera con mi música, y gracias a este respiro le pude dar la importancia que merecía y quedarme tres meses en un mismo lugar, que es algo que, con la vida que suelo tener, no sucede mucho. Entonces también si lo hago, me gusta hacerlo de la mejor manera posible.
-Desde que arrancaste con Violetta, siempre estuviste en subida y, como dijiste, fue la primera vez que te diste permiso de parar. ¿Crees que eso llevó a volver a descubrirte mientras Miranda se descubría?
-Sí, yo siento que el personaje me llegó. Son esas cosas que te llegan a la vida y decís “wow”. Me daba mucha tristeza verla y tener que hacerlo. Porque obviamente sin querer me recordaba a un montón de sentimientos que en algún momento tuve. Fue importante frenar. Fue importante entender que me tenía que escuchar, que tenía que darme ese lugar. Si yo no lo hacía, nadie lo iba a hacer por mí tampoco.

-De hecho cuando sacaste tu último disco, muchos fans te marcaron que les sirvió saber que no sos indestructible…
-Eso fue muy loco. Ver cómo se sintieron identificadas algunas personas. Nunca me lo imaginé. Obviamente que me daba miedo sacarlo. Pero también me daba miedo no decir qué estaba pasando, porque yo me iba a crear una historia irreal para salir a escena y seguir sacando música como si estuviera todo bien, cuando en realidad yo estaba partida al medio. Eso me daba más miedo que contar mi verdad.
Pero lo loco y lo lindo es cuando me cruzo a la gente en la calle o en algún avión o donde sea, me habla mucho de este álbum y de lo significativo que fue. Es lindo saber que hay alguna canción que los hizo sentir acompañados.
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Tini Stoessel fue ovacionada por sus fans mexicanos en la primera proyección de “Quebranto”
-Un poco la historia de Miranda va a poder seguir acompañándolos…
-Totalmente. Y ojalá siempre sea de alguna manera un tema para charlar, un tema que no sea un tabú, que uno no tenga miedo de decirlo.
-¿Qué te llevás de tu personaje?
-El escucharte. El no tener miedo de hablar, no sentirte sola. Y también sí me da la sensación de el animarte a dar ese paso. Por más miedo que te de, por más pánico, porque no sabés con qué te vas a encontrar, pero meterte en esos lugares, repreguntarte cosas que son incómodas. Creo que es un personaje que entendiendo todo su pasado y todo ese vínculo que tenía con su familia, la noto muy valiente por haber tomado un vuelo y decir “yo quiero saber que pasó”. Esto también me llegó, es muy lindo.
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