
Tras una carrera en relaciones públicas, Rachael De Foe, una mujer de Singapur, se sintió agotada y tomó una decisión valiente: renunció a su trabajo sin tener otro plan. Su meta era salir de un ciclo laboral que ella llama “el monstruo de la agencia”. Años después, su arriesgada apuesta no solo le dio la libertad que buscaba, sino que la ayudó a triplicar su ingreso anual.
De Foe, de 31 años, ahora trabaja como jefa de comunicaciones para varias empresas a través de su propia compañía, Redefy. La joven gana unos 220.000 dólares al año, un aumento significativo si se compara con los 72.000 que percibía en su puesto anterior.
Cómo empezar un nuevo trabajo sin un plan
De Foe dejó su empleo a fines de 2019 con la intención de tomarse un descanso. Su idea era buscar otra oportunidad el próximo año, pero el estallido de la pandemia en 2020 cambió sus planes. Al principio, la situación le generó miedo, ya que las relaciones públicas fueron uno de los primeros sectores en sufrir recortes, según informó CNBC.
Sin embargo, la crisis le presentó una oportunidad. Muchas empresas, al reducir sus equipos, necesitaron soluciones más económicas y contactaron a De Foe para proyectos puntuales. Lo que comenzó como un trabajo independiente se convirtió en su nuevo rumbo profesional.

El auge del trabajo fraccional
De Foe adoptó el modelo de trabajo fraccional. A diferencia de un trabajador a tiempo completo, un profesional fraccional colabora con varias empresas a la vez. En el caso de De Foe, ella se desempeña como jefa de comunicaciones para múltiples clientes, a quienes les ofrece su experiencia y liderazgo en la estrategia de la compañía.
“Respondo a tres directores ejecutivos, pero al mismo tiempo soy mi propia directora ejecutiva”, explicó a CNBC. Esta modalidad le permitió escapar del ciclo de agotamiento que había experimentado. Ahora, De Foe elige a sus clientes y proyectos.
La tendencia de trabajo fraccional está cada vez más en crecimiento. Muchos profesionales con experiencia, que antes tenían cargos importantes, ahora eligen este camino en busca de más autonomía. De Foe maneja de tres a cinco clientes a la vez, lo que le ha dado una mayor libertad financiera y profesional.

Un futuro sin un solo jefe
En los últimos cinco años, De Foe ganó más de 1,1 millones de dólares. El trabajo fraccional no solo le otorgó más dinero, sino también la posibilidad de tener control sobre su vida.
“No volveré a tener un solo jefe”, afirmó. “Soy mucho más feliz, me siento más realizada y, más que nada, siento que me puedo dar permiso para perseguir lo que yo quiero”. El modelo le permite a ella decidir con quién trabaja y cómo se organiza, una libertad que le resulta impagable.
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