
En una franja de tierra ubicada a orillas del río Danubio, entre Croacia y Serbia, se encuentra un territorio que hoy es escenario de un experimento político.
Se trata de una porción de apenas unos 0,501 kilómetros cuadrados conocida como Pocket-3, un espacio que ninguna de las dos naciones vecinas reclama formalmente y a donde solo se puede acceder en barco.
Bajo esa condición de “tierra de nadie”, en 2019, un adolescente australiano vio la oportunidad de fundar un Estado propio: la República Libre de Verdis.
Aunque no cuenta con reconocimiento internacional, su mera existencia ganó curiosidad entre medios y especialistas que siguen el fenómeno de las micronaciones.
Según indica en su web, los idiomas oficiales son el inglés, el croata y el serbio. Actualmente, el país funciona bajo un gobierno provisional mientras se desarrolla.
El “presidente” de una micronación más joven del mundo
El impulsor de esta aventura política es Daniel Jackson, que nació en diciembre de 2004 en Melbourne, Australia. Con apenas 14 años comenzó a estudiar las particularidades legales de Pocket-3 y elaboró un plan para instalar ahí un país que funcionara bajo principios de sostenibilidad ambiental, democracia digital y apertura internacional.
La idea surgió luego de inspirarse en el país vecino, Liberland. “Trabajamos con ellos, pero son un estado criptográfico, y nosotros no, entonces quise crear un país con valores diferentes a los suyos“, contó en diálogo con Clarín.

Cuando le contó la idea a sus padres, ellos la vieron “con buenos ojos, pero, por supuesto que les preocupa”, confesó Daniel. Todavía les parece “algo muy singular”.
Con 15 años, se proclamó presidente, formó un gabinete simbólico de ocho ministerios, cuyos funcionarios son sus amigos. “Tenemos un ministro de Asuntos Exteriores, un ministro de Asuntos Internos, agentes de tramitación que ayudan a procesar solicitudes y responder a consultas, y muchos otros cargos”, explicó.
Además, Jackson reveló que aspira a ser un presidente como Abraham Lincoln, a quien considera “una gran inspiración”. Explicó que su admiración no solo responde a sus ideales políticos sino, también, a que ambos compartieron la misma condición.
Sucede que Daniel fue diagnosticado con síndrome de Asperger (un trastorno del espectro autista) a los 5 años. Durante su escolaridad primaria debió asistir a terapias especiales que, según él, fueron fundamentales para mejorar su comunicación y fortalecer sus vínculos sociales. Actualmente ya no requiere asistencia.
Vivir con este síndrome, asegura Jackson, fue clave para poder fundar Verdis. “Me ayudó a mantenerme comprometido con lo que me interesa”, confesó. Para él, estar al frente de una nación como lo hizo Lincoln, “demuestra que las personas neurodivergentes pueden alcanzar grandes logros como todos los demás”.
Cuando su proyecto comenzó a tomar notoriedad, la bandera de Verdis llamó la atención por su gran parecido con la de Argentina: dos franjas azules y una blanca en el centro que replican su diseño. Sin embargo, Jackson detalló que “está inspirada vagamente en Vukovar”, una ciudad cerca de Croacia.

Según explicó el joven, el azul inferior representa el río Danubio, el blanco simboliza la paz y la unidad, mientras que el azul superior evoca los cielos despejados. Ese símbolo buscaba dar identidad a la micronación y reflejar su espíritu pacífico y ambientalista.
Un país en desarrollo: ¿Qué ofrece la República Libre de Verdis?
Daniel aspira a que Verdis sea un país ambientalmente sostenible, que todos sus ciudadanos tengan voz y que fomente la reconciliación entre los grupos étnicos.
Con ese discurso, la micronación llegó a recibir más de 15.000 solicitudes de ciudadanía y otorgó alrededor de 400 pasaportes y 1000 identificaciones simbólicas, aunque ninguno tiene aún no tienen reconocimiento internacional. “Estamos trabajando para que sean más útiles”, afirmó Jackson.

Solo se puede acceder a Verdis en barco, por lo que el gobierno ofrecía el traslado desde Osijek (menos de 100 kilómetros). Ahí no hay atracciones turísticas, solo el río Danubio, pero se invitaba a realizar caminatas, acampar y compartir tiempo con los funcionarios.
Al ser un país joven y en desarrollo, que Jackson lo define como “un país pequeño con un potencial infinito”, Verdis invita a donar e invertir ofreciendo ciudadanía inmediata, acceso a tierras mediante un fondo especial, la posibilidad de operar negocios globales y reservar nombres comerciales, entre otros beneficios.
También se ofrecen planes pagos de residencia para recaudar dinero: el básico, a 25 euros anuales, incluye servicios de alojamiento web y descuentos para iniciar un negocio, mientras que el residente plus, por 50 euros al año, permite una estadía más completa. ” “Solo en agosto de 2025 llegamos a recaudar 17,000 euros“, detalló el joven.

Sin embargo, el ideal chocó pronto con la realidad geopolítica. Aunque Serbia adoptó una postura neutral y no impidió que el joven hablara de Verdis, Croacia consideró que Pocket-3 forma parte de su soberanía, pese a las lagunas legales, y no está dispuesta a aceptar que un adolescente extranjero reclame un Estado en su territorio.
Gobierno desde el exilio por un conflicto geopolítico
El conflicto escaló en octubre de 2023, cuando el joven intentó instalar un asentamiento en el área. Fue detenido por las autoridades croatas, deportado y declarado persona no grata de por vida. El joven, que entonces tenía 18 años, denunció lo ocurrido como una violación a su derecho de asociación política.
“Entraron ilegalmente en Verdis, detuvieron a colonos, incluyéndome a mí, y nos llevaron a Croacia. Creemos que lo que nos hicieron fue una violación del derecho internacional, ya que Croacia no reclama, ni ha reclamado, el territorio”, explicó sobre aquel episodio.

Desde ese momento, Verdis pasó a funcionar como un gobierno en el exilio, primero desde Belgrado y luego desde el Reino Unido, donde Jackson continuó con sus estudios y actualmente trabaja como desarrollador de juegos en Roblox, lo que le permite tener tiempo libre para seguir ocupándose de su nación.
Antes del exilio, el joven planeaba asentar entre 10 y 12 voluntarios con habilidades en defensa, construcción, supervivencia, limpieza de tierras y atención médica, con la meta de traer habitantes permanentes al país antes de finales de 2024. Sin embargo, el proyecto quedó suspendido indefinidamente hasta que Croacia levante el bloqueo.
Mientras tanto, las donaciones siguen vigentes y se tramitan solicitudes de ciudadanía, pero nada tendrá efecto hasta que Jackson regrese al país.
El futuro de la Republica Libre de Verdis
Desde Londres, el joven, que ya tiene 20 años, organiza con frecuencia protestas frente a la embajada de Croacia para denunciar la invasión ilegal de Verdis por parte de las autoridades croatas. El objetivo final es que Verdis sea reconocido internacionalmente y se desarrolle con infraestructura permanente y una economía sólida.
Una vez que eso ocurra, Jackson detalló que se votará para renovar la constitución y luego se celebrarán elecciones. Sin embargo, el joven mandatario, sorprendió al contar a este medio que no piensa en presentarse como candidato.
“Quiero vivir en Verdis como un ciudadano normal. No creo que sea correcto que cumpla otro mandato después de que termine el gobierno provisional. También creo que para entonces estaré muy agotado”, confesó.
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