
Un nuevo capítulo de indignación sacude a Córdoba: “El Orejudo”, un adolescente de 16 años acusado de asesinar a Sebastián Villarreal para robarle la moto, volvió a aparecer en redes sociales posando con armas y un chaleco antibalas con el escudo de la Policía provincial.
El menor, que había sido restituido a su familia por orden de la Justicia de menores, tiene un extenso prontuario. En las imágenes que generaron repudio, se lo ve rodeado de pistolas y hasta una escopeta casera, desafiando abiertamente las restricciones impuestas tras su liberación.

El crimen que conmocionó a Córdoba
El 29 de febrero de 2024, Villarreal, empleado de una fábrica de plásticos, salió de su casa en barrio Yofre Norte rumbo al trabajo. Fue interceptado por dos motochorros. “Llevate la moto, pero por favor no me dispares, tengo dos hijos”, imploró. A pesar de sus súplicas, lo mataron de dos balazos frente a su hogar. Sus hijos escucharon todo y salieron a auxiliarlo.
Tras pasar unos meses en el Complejo Esperanza, el adolescente fue liberado bajo custodia de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf). Sin embargo, desde entonces fue detenido tres veces por nuevos delitos, incluyendo el robo de un auto y un intento de asalto a un policía.

“Nos mintieron en la cara”
La hermana de la víctima, Jimena Villarreal, expresó su indignación: “Es un horror lo que vivimos. Nos mintieron en la cara una y otra vez. La Justicia lo devolvió a su casa, pero él sigue delinquiendo y provocando”.
El caso reabre el debate sobre el régimen penal juvenil en Córdoba y la efectividad de las medidas restrictivas. Mientras tanto, la familia de Sebastián exige justicia y reclama que el acusado no vuelva a quedar en libertad.
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