Termina el soporte de Windows 10: alternativas gratis y seguras para no tener que pagar o cambiar tu computadora

Windows 10 dejará de tener soporte la semana que viene: desde el 14 de octubre, todos los equipos con este sistema operativo (OS) no tendrán más actualizaciones. Esto supone un problema, en tanto se estima que hay más de mil millones de computadoras que corren sobre esta plataforma y los updates no son un tema menor: son un componente fundamental de la seguridad moderna.

Según estimaciones de agosto de este año, el uso de Windows 11 cayó a 49.08 por ciento, mientras que Windows 10 aumentó a 45.53 por ciento según StatCounter, lo que indica que todavía la versión anterior tiene muchos usuarios, sobre todo en entornos laborales privados y del Estado. Dejar sin actualizaciones de seguridad a esa base de usuarios supone un problema grave en entornos donde una migración podría ser un verdadero dolor de cabeza.

Para algunos especialistas, esta situación se trata de una jugada más de la así llamada “obsolescencia programada”: forzar al usuario a comprar computadoras nuevas cuando, para las tareas básicas de ofimática (Word, Excel, Outlook) y navegación web, no se necesitan equipos súper potentes.

Windows viene preinstalado en la mayoría de las laptops. Foto: ShutterstockWindows viene preinstalado en la mayoría de las laptops. Foto: Shutterstock

En este contexto hay una ola de especialistas que advierten que el usuario promedio usa una PC o laptop, en la actualidad, apenas con un navegador como Google Chrome, Safari o Firefox. Entonces: ¿para qué pagar por Windows cuando una gran cantidad de tareas actuales se hacen desde un browser?

Entre la Unión Europea, que logró extender el soporte un año más, hasta proyectos públicos que instan a los usuarios a migrar de sistema operativo (End of 10), aparece Linux como el gran salvador: el núcleo de un conjunto de sistemas operativos libres, seguros y gratuitos.

Y que, para sorpresa de muchos, está muy lejos de ser una interfaz de comando parecida a lo que era aquella interfaz de texto de DOS, sino que viene en versiones con entornos gráficos que son casi un calco de Windows o iOS (Apple).

Acá, una explicación de la situación actual y cuáles son las mejores versiones para el usuario de a pie.

Por qué Microsoft termina el soporte de Windows 10

Windows 10 termina su soporte oficial después de 10 años de vida. Foto BloombergWindows 10 termina su soporte oficial después de 10 años de vida. Foto Bloomberg

Microsoft lanzó Windows 10 el 29 de julio de 2015 y fue uno de los sistemas más populares de la empresa con sede en Seattle. Desde el 14 de octubre, quienes tengan este sistema operativo tendrán dos opciones: o bien migrar a Windows 11 si el equipo es compatible o, si no lo es, comprar una computadora nueva.

“A partir del 14 de octubre de 2025, Microsoft ya no lanzará más actualizaciones de seguridad, características nuevas ni soporte técnico para Windows 10. Es decir, el sistema seguirá funcionando normalmente en las PC, pero dejará de recibir esas actualizaciones que ayudan a mantenerlo al día y en línea con las últimas innovaciones y algunas aplicaciones pueden perder compatibilidad con el tiempo”, explicó la división argentina de Microsoft a este medio, que recordó que por tiempo limitado habrá un programa de extensión llamado Extended Security Updates (ESU).

Para quienes quieran dar el salto, explica la empresa: “Si la PC cumple con los requisitos de hardware de Windows 11, la actualización es gratuita para los usuarios que ya tengan Windows 10 con licencia. Basta con ir a Configuración > Actualización y seguridad > Windows Update, o usar la app PC Health Check para confirmar la compatibilidad”.

No es buena idea, sin embargo, seguir usándolo: “Seguir utilizando Windows 10 después del 14 de octubre trae aparejadas consecuencias reales que pueden traer impacto tanto para usuarios como para las empresas. Los sistemas sin soporte se transforman en un entorno de alto riesgo y en un objetivo más que apetecible para los ciberatacantes. Se brinda la posibilidad de quedar expuesto a problemas de seguridad, así como la información personal y la operatoria de muchas empresas”, comenta Camilo Gutiérrez Amaya, Jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica.

El entorno Office suele ser una limitación, pero se puede usar online. Foto: ShutterstockEl entorno Office suele ser una limitación, pero se puede usar online. Foto: Shutterstock

Es cierto que Windows 11 no pide equipos nuevos sin motivo: exige un módulo de seguridad TPM y la función de arranque seguro (Secure Boot), dos requisitos pensados para mejorar la protección del sistema. En la práctica, estas características recién se incorporaron de forma estándar en las PC lanzadas desde 2015.

“Microsoft quiere asegurarse que su sistema operativo de bandera arranque en un entorno confiable, que pueda garantizarse la integridad del bootloader, y que, a su vez, cumpla con normas de ciberseguridad (estilo NIST, ISO 27001) y por las dudas, que la misma computadora que se usa de manera hogareña, si se traslada a un entorno corporativo, funcione sin mayores contratiempos. En definitiva, esto se (supone) traslada al usuario en general, a su mejor calidad de ciberseguridad. Se busca que Windows 11 sea ‘seguro por diseño’ (al menos eso es lo que parece que buscan)”, explica a Clarín Teno, consultor independiente de ciberseguridad.

“Fuera del ambiente corporativo, me parece una excelente oportunidad para que las distribuciones (‘distros’) de GNU/Linux ganen terreno y hacer crecer diferentes unidades de negocio, como puede ser venta de soporte, procesos de instalación, etc. Y seguir apostando a modelos de ciberseguridad compatibles. Incluso para PyMes es una gran oportunidad de dar el salto”, agrega el especialista, que es parte del colectivo Cybercirujas.

La alternativa es el mundo open source, o de código abierto. Y es gratis.

Open-source: gratis, seguro y transparente

Las distribuciones de Linux se actualizan sin costo alguno. Foto ShutterstockLas distribuciones de Linux se actualizan sin costo alguno. Foto Shutterstock

Vale recordar que el sistema operativo es la base sobre la que corre todo lo demás: los navegadores, los juegos, las aplicaciones. En los celulares, por ejemplo, los más comunes son Android y iOS; en las computadoras, los más conocidos son Windows, macOS y Linux.

En este último caso, hay una particularidad: no existe un único “Linux”, sino muchas versiones distintas llamadas distribuciones o “distros”, como se dice en la jerga. Cada una tiene su propio conjunto de programas y características: Ubuntu, Debian o Fedora son algunas de las más populares.

Todas se basan en el mismo núcleo (kernel), GNU/Linux, pero adaptado de diferentes maneras según el objetivo o el tipo de usuario. De hecho, incluso Android (el sistema operativo más usado del mundo) está construido sobre Linux.

Linux forma parte del llamado movimiento open source (código abierto), una filosofía que promueve que el código de los programas sea público y modificable por cualquiera. Esto permite que miles de desarrolladores en todo el mundo colaboren, mejoren y compartan el software libremente, en contraposición a los sistemas propietarios como Windows o macOS, cuyo funcionamiento interno está cerrado y controlado por una empresa.

Y hasta tiene su costado corporativo: “El ‘open source’ no es solo una forma distinta de desarrollar software, es la base sobre la que se construye el futuro digital. Es mucho más que un código: es colaboración, transparencia e innovación compartida. En Red Hat fuimos pioneros en demostrar que este modelo no solo funciona, sino que puede transformar industrias completas y redefinir cómo operan las organizaciones”, dice a Clarín Alejandro Dirgan, gerente senior de Red Hat Enterprise Linux para Latinoamérica en Red Hat.

Hay varios motivos para irse de Windows. Uno de ellos, dice Nicolás Wolovick, doctor en Ciencias de la Computación por la Universidad Nacional de Córdoba, es el bloatware, o software basura que viene preinstalado y que el usuario promedio no necesita. “Apenas instalás Windows tenés que pasarle un de-bloater, que le saca todas esas pavadas que te hace la computadora más lenta”, explica.

Por ejemplo, la integración de ChatGPT dentro del sistema operativo, llamada Copilot, es un ejemplo de un tipo de programa que hace más lento el equipo y no necesariamente es útil para todos los usuarios.

Qué distribución de Linux instalar

Linux fue creado por Linus Torvalds, quien actualmente todavía mantiene el núcleo del sistema operativo. Foto: ShutterstockLinux fue creado por Linus Torvalds, quien actualmente todavía mantiene el núcleo del sistema operativo. Foto: Shutterstock

Elegir una distribución de Linux puede ser abrumador, pero en realidad, según Wolovick, la regla es simple: “La distribución que hay que elegir es la que sea más popular o que uno sepa que alguien puede dar una mano. Porque eso significa que vas a poder encontrar, en el idioma que manejás, respuesta a preguntas y problemas. Por ese motivo, Ubuntu es más popular: está muy preparada para el usuario final. Para mí, Ubuntu es claro ganador en un montón de cosas”.

Matias Garcia, Profesor Nivel Superior y Jefe de Laboratorios en UTN-INSPT, contó a Clarín cuáles son las distribuciones más comunes entre usuarios finales: “La recomendación es una distribución que sea amigable, con una interfaz gráfica familiar a la que ya se usaba, que ya tenga software pre instalado, que cuente con tienda de software y sobre todo con una comunidad con páginas y foros donde buscar ayuda si la necesitamos. Se puede buscar en YouTube que hay infinidad de videos mostrando las virtudes de cada distro para, antes de instalar, poder elegir”, agrega.

Ubuntu es ideal para quienes migran de Windows 10 porque ofrece una experiencia amigable, segura, estable y respaldada por una gran comunidad, permitiendo seguir trabajando con comodidad mientras se descubre todo el potencial del software libre. Ubuntu tiene diferentes versiones, flavours le llaman, con los diferentes entornos de escritorio, encontrando Kubuntu con escritorio KDE, Xubuntu con XFCE o Ubuntu Mate, entre otros”, dice García.

“Linux Mint utiliza un escritorio Cinnamon que se parece mucho al de Windows: menú de inicio clásico, barra de tareas inferior y accesos directos en el escritorio. Esto facilita que usuarios de Windows 10 se sientan cómodos desde el primer momento. Posee una comunidad internacional muy amigable y bien documentada, con foros y tutoriales que ayudan a resolver dudas de forma rápida”, complementa.

Linunx MintLinunx Mint

Hay algunas más similares, todavía, a Windows. “Si buscas la distribución más parecida en la interfaz gráfica con Windows 10, esa sería ZorinOS, su escritorio puede configurarse para imitar la apariencia de Windows 10 (menú de inicio, barra de tareas, accesos directos), reduciendo al mínimo la curva de aprendizaje. ZorinOS incorpora Wine y PlayOnLinux, lo que permite ejecutar muchos programas y juegos diseñados originalmente para Windows, algo muy útil en la transición”, dice.

ZorinOSZorinOS

“Otras distribuciones podrían ser Elementary OS con su interfaz estilo MacOS o la distro Pop!OS muy popular actualmente ya que es ideal para quienes migran de Windows 10 y buscan un sistema moderno, estable y productivo, con un excelente rendimiento para trabajo intensivo, estudio, programación o gaming”, cierra.

Distribuciones de Linux. Foto: LinuxDistribuciones de Linux. Foto: Linux

Una vez instalada alguna distribución, el sistema operativo se usa de una manera muy similar a la de Windows, incluso con algunas facilidades. “Instalar programas en Linux parecería más difícil. Pero la verdad, Linux tiene desde hace muchos años un store, una tienda, un repositorio de programas donde están listos para ser instalados. Eso se instala con un administrador de paquetes que, si bien hay muchos, en general simplifican el proceso de instalación”, agrega Wolovick.

Por supuesto, un desafío es la compatibilidad: hay programas que no están disponibles en Linux y el mejor ejemplo son los videojuegos: la enorme cantidad de ellos corren sólo en Windows, aunque hay formas de adaptación (de hecho, Steam Deck, la consola portátil de Valve, corre sobre una versión de Linux y los “traduce” para que se puedan jugar).

“Con Linux la computadora se transforma en algo más transparente, la computadora anda: y aparece confianza en la computadora, que, en definitiva, es tu herramienta de trabajo. Es cierto que se requiere un tiempo de adaptación, que muchos usuarios no se aguantan. Pero en todos los casos que vi que migraron, superaron cierta fricción y se adaptaron, para ofimática y navegación, Linux no tiene diferencia con ningún sistema operativo. Hace mucho dejamos atrás ese momento en el que había que saber casi de programación para poder usarlo”, cierra Wolovick.

Migrar es más simple de lo que parece, todas estas distribuciones se encuentran online y tienen tutoriales para ser instaladas. Desde ya, antes de hacer estos cambios, hay que hacer backup de la información que se quiera resguardar.

Para más información sobre otras distribuciones, el grupo Clementina realizó en 2021 una guía que se puede consultar online, de manera gratuita, en este enlace.

fuente: CLARIN

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