
Marita Verón desapareció el 3 de abril de 2002 en Tucumán. Desde el primer momento, su madre, Susana Trimarco, apuntó a la hipótesis de un secuestro por parte de una red de trata. Desde entonces no dejó de buscarla. En medio de su lucha, le salvó la vida a cientos de mujeres. Esta semana, un giro inesperado sorprendió a Trimarco.
“Me llamaron a la 1.30 hr de Asunción de Paraguay, de un pueblo cercano, donde hay una persona ‘perdida de la cabeza’, que anda comiendo de los basurales y que supuestamente es mi hija”, dijo la madre de Marita, visiblemente conmovida con la información.
También dijo, en la misma entrevista con el programa El Avispero, que hasta le mandaron una foto de la persona. “No pude dormir. Me mandaron una foto que no la quiero presentar, porque es horrorosa la situación de esa mujer. Es como que me clavaron un puñal en el pecho”, señaló.
“No puedo dormir pensando que, mientras yo con la fundación ayudo a miles de mujeres, le damos bolsones de comida, asistimos a 360 chicas, mi hija -supuestamente- vive como una persona indigente”, lanzó con tristeza.
Cómo sigue la investigación
Trimarco recordó que en unos meses más van a cumplirse 24 años de la desaparición de Marita. Con este nuevo dato, el trabajo debe enfocarse en la averiguación de la identidad de la persona señalada.
“Los abogados del caso ponen en conocimiento a la Justicia federal sobre la sospecha, porque tanto el ADN como las huellas dactilares están en la causa. Por otro lado, están trabajando los antropólogos en los cementerios buscando los restos de Marita”, comentó la mujer.
Y agregó: “Llamaron varias veces con mucha insistencia. Tenemos que investigar y saber si es o no. Está en condiciones inhumanas. Es cuero y hueso esa persona. Tiene la edad de mi hija, pero está desfigurada por el maltrato mismo de vivir en la calle”.
—



