Siete decisiones clave para tener un envejecimiento saludable

La idea de envejecer ha cambiado mucho en las últimas décadas. Antes, la vejez solía asociarse con enfermedad, deterioro y dependencia. Hoy, gracias a los avances médicos y a cambios en los estilos de vida, se habla cada vez más de “envejecimiento saludable”.

La OMS lo define como “el proceso de fomentar y mantener la capacidad funcional que permite el bienestar en la vejez”. Lo cual no implica la ausencia total de enfermedades, ya que muchas personas mayores conviven con hipertensión, diabetes u otras diversas condiciones crónicas y, aun así, llevan una vida activa y plena.

Aquí, algunos factores que facilitan un envejecimiento saludable:

1) Una alimentación equilibrada y variada, con abundancia de frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y proteínas de buena calidad. También reduciendo el consumo de azúcares, sal y grasas saturadas. Una dieta balanceada ayuda a mantener un peso adecuado, controlar la presión arterial, proteger el corazón y conservar la masa muscular, que tiende a disminuir con los años. La hidratación es clave ya que el centro regulador de la sed se vuelve menos sensible al aumento de la osmolaridad de la sangre y así, aunque el cuerpo esté deshidratado, no se tiene la sensación de sed.

Envejecer no significa apagarse si no seguir creciendo de otra manera.

Norberto AbdalaMédico psiquiatra

2) La actividad física regular es prioritaria: caminar, nadar, bailar, andar en bicicleta o practicar yoga son formas accesibles de mantener el cuerpo activo. El ejercicio fortalece huesos y músculos, mejora el equilibrio y previene caídas, además de tener un impacto positivo en el estado de ánimo y en la agilidad mental.

3) El cerebro necesita entrenamiento. Leer, aprender un idioma, tocar un instrumento, hacer crucigramas o aprender algo nuevo son actividades que mantienen activas las conexiones neuronales.

4) Los vínculos afectivos son fundamentales. La soledad no deseada es un factor de riesgo para la salud comparable al tabaquismo o a la obesidad. Mantener relaciones con familiares, amigos o comunidades favorece el bienestar y la resiliencia emocional.

Los vínculos afectivos son fundamentales. Foto: Shutterstock.Los vínculos afectivos son fundamentales. Foto: Shutterstock.

La prevención siempre es mucho más eficaz que tratar las complicaciones ya instaladas.

Norberto AbdalaMédico psiquiatra

5) La manera de manejar las inevitables dificultades cotidianas influye directamente en el bienestar. Técnicas de relajación, meditación, yoga, respiración consciente o simplemente contar con un espacio de diálogo (como la psicoterapia o los grupos de apoyo) ayudan a mantener el equilibrio emocional.

6) El acceso a controles médicos y chequeos periódicos preventivos permiten detectar a tiempo enfermedades o factores de riesgo. Vacunas, controles de presión, glucemia, visión y audición son medidas fundamentales que mejoran la calidad de vida. La prevención siempre es mucho más eficaz que tratar las complicaciones ya instaladas.

7) El envejecer con salud también tiene mucho que ver con el sentido que se le da a la vida. Seguir teniendo metas da energía y motiva a cuidarse.

El envejecimiento saludable no depende sólo de la genética ni de la medicina, sino de un conjunto de hábitos y actitudes que se pueden cultivar a lo largo de la vida.

Envejecer no significa apagarse sino seguir creciendo de otra manera y aceptar con realismo y flexibilidad los cambios inevitables de la edad. Lograr este objetivo es un consciente desafío personal, aunque también colectivo, que involucra a la familia, a la comunidad y a las políticas públicas.

fuente: CLARIN

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