Las elecciones en Países Bajos se llevaron a cabo este miércoles y se definieron al último momento. Cuando termine el conteo se determinará si Rob Jetten será el primer ministro. Jetten tiene su amuleto de la suerte: un argentino. Se trata de Nicolás Keenan, figura de Los Leones y comprometido con Jetten.
Las fuerzas progresistas -algunos dicen “de izquierda”, otros la comparan con los demócratas estadounidenses- lideradas por Jetten se terminaron imponiendo al derechista Geert Wilders. El resultado fue ajustado – lograron 26 escaños cada uno- por lo que no está definido, pero todo apunta a un triunfo del D66, el partido progresista.
De ser así, el jugador de hockey argentino se convertirá en el primer ministro consorte. Otro aporte de nuestro país al poder europeo, tras el reinado de Máxima Zorreguieta.
Quién es Nicolás Keenan
Keenan nació en Buenos Aires en 1997, pero a los 12 años, por un tema laboral de su padre, se fue a Terrassa, en Cataluña, donde jugó al hockey en Club Egara. Allí estuvo hasta los 18 años, cuando pasó al HC Klein Zwitserland de La Haya, en los Países Bajos.
En cuanto a selecciones, durante sus años como junior jugó para España, pero en 2019, con 22 años, decidió cambiar y comenzó a jugar con Argentina.
Con Los Leones, este año jugó los Panamericanos y en 2021 participó en los Juegos Olímpicos de Tokyo. En 2023 fue parte del equipo argentino que participó en el Mundial celebrado en la India.
Cómo nació el amor entre Keenan y Jetten
Jetten y Keenan formalizaron su relación amorosa en 2022 y en noviembre de 2024 se comprometieron.
“Nos compararon con muchas películas o cosas así. Pero la verdad es que está bueno que se visibilicen cosas así, que también hay deportistas del colectivo adentro del comité argentino”, dijo Keenan a la TV Pública, hablando sobre su vínculo y orientación.
Acerca de cómo nació el vínculo con el probable futuro primer ministro dijo: “Nos cruzábamos por el supermercado y un poquito de amor moderno… Me tiró un like, le devolví el like y después, reacción, reacción. Así que, amor moderno”.
“Cuando me empezó a hablar, le pregunté a un compañero mío quién era. Y me dijo: ‘No, bolu*** es un político holandés’. Empezamos a hablar y empecé a conocerlo un poquito más”, recordó.
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