
Auténtica, descontracturada y sin filtros, Nati Jota volvió a cautivar a sus seguidores en Instagram con una foto al borde de la pileta. En la postal se la ve luciendo una microbikini blanca, combinada con una minipollera azul y unos lentes de sol oversize que completan el look veraniego. Con una sola palabra: “Hola”, desató una catarata de comentarios y reacciones.
Con casi 3 millones de seguidores, la periodista se consolidó como una de las influencers más queridas del país. ¿Su fórmula? Mostrar la vida como es, con humor, contradicciones y mucho carisma. Cada posteo suyo es una mezcla de risas, verdades y, como en este caso, una buena cuota de sensualidad.

“Twitter, mi cuna y mi verdugo”: su descargo sobre las redes
Además del posteo que hizo arder las redes, Nati también compartió una reflexión profunda sobre su relación con la tecnología y las plataformas. Desde sus historias, admitió que ni siquiera en vacaciones logra desconectarse: “Intenté simplemente contemplar, pero a los minutos ya estaba con el celular o charlando con alguien”, contó.
En ese mismo mensaje, habló de su vínculo con Twitter, la red donde todo empezó para ella. “A veces detesto Twitter por lo nocivo que puede ser, pero si no fuera por ahí, tal vez hoy estaría en otro lugar”, escribió. Fiel a su estilo, cerró el mensaje con honestidad brutal: “Y mi vida me gusta, aunque sea bastante quejosa”.

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