“Seguiremos perdiendo el tiempo?”

Cuánto más deberá pagar la sociedad argentina con esta política de gallos de riña que solo buscan destruir al otro por creerse predestinados a salvar a la patria. Dirigentes de sordera absoluta y lo peor, sin escuchar a la gente que los elige. Y digo pagar porque hace 70 años de generaciones postergadas, un tiempo demasiado largo y costoso para una sociedad que supo sentirse orgullosa de sus inmensas riquezas e inagotables oportunidades de progreso. Que están ahí pero a nadie parece importar.

En lo personal estoy harto de las peleas por los egos políticos, que nada tienen que ver con la discusión de las políticas de Estado ausentes que todos necesitamos. ¿Acaso alguien cree que un partido político, más aún, una sola persona, por sí sola va a solucionar nuestros problemas?

Se equivoca el Gobierno si presume de sus éxitos económicos por tener todavía después de 20 meses, una inflación anual del 40% y un déficit 0 a costa del bolsillo de los más desprotegidos, los jubilados, el abandono de la educación, la salud y la descapitalización de la infraestructura del país que se cae a pedazos.

Se equivoca la oposición si no realiza un profundo recambio dirigencial porque a muchos de los que quedan del pasado no les cree nadie. La ausencia del pueblo en las urnas avala mis palabras. Atravesamos un momento importante. La Justicia por fin se atrevió a encerrar a los que nos estafaron y quiero creer que como debe ser, será así en el futuro.

Falta que los políticos nos demuestren de una buena vez que son verdaderos servidores de la república y dispuestos a afianzar un diálogo que beneficie a la gente porque eso es lo que les exige nuestra Constitución. ¿La leyeron antes de jurar por ella o seguiremos perdiendo el tiempo?

Matías Aníbal Rossi matiasrossi2014@gmail.com

OTRAS CARTAS

“Cuando el silencio está más contaminado que el fentanilo”

Desde julio de 2023, distintos profesionales de la salud alertaron sobre anomalías graves en medicamentos inyectables, particularmente dexametasona y fentanilo. Todo está documentado. Más de 90 pacientes fallecieron por septicemia fulminante, muchos de ellos en hospitales públicos que hicieron lo que pudieron con lo que tenían, frente a bacterias que eran resistentes incluso a antibióticos de última generación. Pero los organismos de control, nacionales y locales, no actuaron con la urgencia que se requería.

En marzo de 2025, el Gobierno nacional aligeró los controles sanitarios, creando una agencia intermedia que diluye responsabilidades. En abril, se flexibilizaron requisitos de comercialización, permitiendo incluso la reesterilización de productos vencidos. Mientras tanto, ampollas contaminadas seguían circulando. ANMAT clausuró la planta de producción recién en mayo, cuando el daño ya estaba hecho.

No se trata de una simple falla administrativa sino de vidas humanas. De pacientes que confiaron. De médicos que aplicaron un fármaco creyendo que era seguro. De técnicos que no fueron escuchados. Y de una cadena de omisiones que, por acción o por inacción, terminó siendo letal. La ética profesional no admite excepciones. Así como un médico no puede dejar de salvar a alguien por no tener cobertura médica, un organismo de control no puede mirar para otro lado cuando se detecta una amenaza concreta. La justicia no es un trámite, es un deber. Esta carta no busca culpables, sino responsables. No exige castigo, sino reparación. Y no reclama venganza, sino memoria activa. Si el silencio sigue siendo la respuesta, entonces el veneno no está solo en las ampollas sino también en la indiferencia y/o complicidad, del tipo que sea.

Leonardo Eidelson leonardo.eidelson@gmail.com

“Lo que nos faltaba…”

Si algo nos faltaba a los argentinos es que una película nos divida más. ¡Es una película! Una película que muestra particularidades de cómo somos los argentinos, que creemos que Dios primero hizo a los argentinos y después creó al hombre. Así nos va, momentos de gloria y otras que avergüenza ser argentum. Pero tal vez lo que más molesta a una parte de los argentinos es que Guillermo Francella hizo la película, buena o mala, sin un dólar del Estado. Y eso lastima a los que vivieron haciendo películas malísimas porque interesaban más los subsidios del gobierno. ¿O lastima porque es una crítica sutil al populismo que termina en corrupción?

“Homo Argentum” en el día de su estreno tuvo 75.000 espectadores, que fueron a eso, a ver una película y a reírse de cómo somos los argentinos. ¿Cómo somos? Habrá tantas respuestas diferentes como argentinos que la contesten.

Dario Díaz dariodiazalb@gmail.com

Radares en la Ruta 2

Indigna que el ministro de Transporte de la provincia de Buenos Aires se ufane de instalar más radares en la Ruta 2 para multar excesos, mientras nada dice de ordenar el tránsito, sancionar a quienes circulan por debajo de la mínima, sin luces o en carriles indebidos. Una autovía con peajes no puede ser un concurso de frenadas y aceleraciones, con absurdos límites como los 60 km/h en Lezama o radares frente a empresas que ya no existen. Toda la inversión parece orientada a recaudar, no a prevenir ni educar.

Enrique T. Vidal Bazterrica evidalbazterrica@gmail.com

Que no falten fiscales

Recordemos la importancia de ser fiscales y que no falten en cada mesa electoral para lograr la transparencia del escrutinio. Después no habrá vuelta atrás. Todos los ciudadanos de bien, en especial los más jóvenes, deberían participar -no importa sus ideas políticas- para mantener y apuntalar la salud de la democracia y la República. Es un solo día cada dos años que tan noble acto lo demanda, es el día cívico más importante, si es que queremos consolidar y vivir eternamente en democracia.

Pedro Sylvester opinion2m@yahoo.com.ar

fuente: CLARIN

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