Durante una charla sobre seguridad y terrorismo en Argentina, la jueza federal Sandra Arroyo Salgado recordó el atentado a la AMIA y emitió un duro mensaje a 31 años del ataque. “Sembrar terror es atentar contra la vida humana. Por eso debemos perseguirlos, erradicarlos, juzgarlos y encarcelarlos”, dijo, frente a un auditorio con familiares de víctimas, entre ellos Luis Zizesky, padre de Paula, una estudiante de 21 años que murió aquel 18 de julio de 1994.
Críticas al Estado por su ausencia en la seguridad pública
En su exposición, Arroyo Salgado también apuntó contra la falta de respuesta estatal frente al terrorismo. “La seguridad es un servicio público, es un deber del Estado. Pero muchas veces está ausente”, denunció. Además, destacó el rol que hoy cumplen las organizaciones de seguridad privada como respuesta a ese vacío, y valoró la preparación física y emocional de quienes trabajan en esas áreas: “En muchos casos, dan su vida por defender la de otros”.
Un mensaje personal atravesado por la historia familiar
La jueza, exesposa del fiscal Alberto Nisman, recordó que su padre también fue fiscal del caso AMIA. “Tuve que ver de cerca cómo ese atentado destruyó vidas. Y cómo las decisiones judiciales impactan tanto en las víctimas como en los acusados”, señaló. Cerró su intervención reflexionando que el terrorismo, más allá del acto en sí, “es un mensaje, una herramienta para generar miedo y fragmentar sociedades. Y eso es algo que nunca debemos dejar de combatir”.
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