Juan Román Riquelme es cauto con las palabras, pero cuando se trata de Leandro Paredes, no puede ocultar su entusiasmo. Apenas arribado a Miami para sumarse a la delegación de Boca en el Mundial de Clubes, el presidente xeneize fue claro: “Tenemos mucha ilusión, ojalá que a la vuelta lo podamos tener en nuestro club”. Y, para dejar en claro cuánto significa su posible regreso, sentenció: “El de él sería más importante que el mío”.
La relación entre Riquelme y Paredes es de larga data, y las gestiones para repatriar al campeón del mundo avanzan con fuerza. El club ya le hizo una propuesta verbal por tres años y medio, con un sueldo similar al que percibía en Roma. Solo resta que el mediocampista la acepte formalmente para que Boca ejecute la cláusula de salida, fijada en 3,5 millones de dólares.
“Ahora tengo ilusión, más claro no puedo ser”, dijo Román, tratando de disimular el entusiasmo que lo desborda. Según su entorno, el retorno de Paredes podría concretarse antes del cierre del Mundial de Clubes. En ese caso, el mediocampo xeneize sumaría una figura de jerarquía internacional, y los hinchas, un motivo más para soñar.
