Las imágenes registradas por una cámara de seguridad se dieron a conocer instantes después de que la Policía realizara un allanamiento para encontrar el objeto de valor artístico.
Una cámara de seguridad de la Catedral de Córdoba captó el instante en que un ladrón sustrajo una corona a la Virgen Nuestra Señora de Nieva.
La grabación muestra cómo el hombre ingresa sin acompañantes al lugar y, tras observar la zona, empieza a trepar hasta llegar a la Virgen.
Después de tomar la corona, la esconde entre sus ropas y sale caminando de la Capilla sin que nadie lo atrape.
El robo ocurrió el miércoles por la mañana y la corona fue recuperada este jueves pasadas las 11. Dos hombres se encuentran detenidos por el hecho: uno de ellos acusado por robo y otro por el delito de encubrimiento.
Tras un operativo realizado en una vivienda de barrio San Vicente de la ciudad capital, los efectivos de la Policía recuperaron la corona. La vivienda donde se realizó el allanamiento sería de un coleccionista.
La grabación de las cámaras de seguridad fue clave para que la Policía monte un operativo en barrio San Vicente de la capital provincial, donde se recuperó el elemento de valor histórico y se detuvo a dos personas.
Cómo se descubrió la ruta de la corona robada en la Catedral
De acuerdo al registro de las cámaras de seguridad internas de la iglesia, todo había ocurrido alrededor de la 10.30 de ese mismo día: el ladrón (un hombre adulto) primero se arrodilló frente a la virgen, se cercioró de que no hubiera nadie cerca, trepó a la imagen, bajó la corona, la escondió debajo de su pulóver y se marchó.
Esta filmación terminó por ser clave. Con la descripción del sospechoso, los agentes policiales apostados a la zona del Cabildo dijeron que las características coincidían con la de un hombre en situación de calle que suele estar buena parte del día en esa zona del Centro de la ciudad y que en diferentes ocasiones ha tenido distintos problemas.
“Una persona conflictiva”, agregaron.
El dato les dio una punta más que importante a la veloz comisión que se creó para investigar el caso. Detectives de Delitos Culturales, robos y Hurtos y de Delitos Económicos, todos de la Dirección de Investigaciones Criminales de la Policía, comenzaron una tarea contrarreloj, liderada por el fiscal de turno, Guillermo González.
Sabían que se trataba de una pieza con un altísimo valor para los coleccionistas, sobre todo en el mercado clandestino europeo. Había dos hipótesis: un robo planificado, por encargo, por lo que era posible que la corona ya estaría camino a la frontera; o un robo al azar ejecutado por alguien que no tenía idea del valor de lo que se había llevado.
Por protocolo, se dio aviso a los organismos internacionales de seguridad, nucleados a través de Interpol.
Mientras tanto, comenzó un rastrillaje en la zona del Centro de la ciudad, a través de las cámaras de seguridad. Y así, en la mañana de este jueves, bien temprano, se llegó al sospechoso, que aún tenía puesta la misma ropa con la que había sido filmado sacando la corona de la cabeza de la imagen de la Virgen.
El hombre, un ciruja, estaba en las escalinatas principales de la Galería Cinerama, en la avenida Colón. La sangre en su rostro delataba que había participado de una pelea en las últimas horas. Encima, sólo tenía un reloj barato. Quedó detenido y fue trasladado a la Jefatura de Policía, donde se negó a declarar.
Los detectives comenzaron a recorrer los locales de compra y venta de antigüedades ubicados en esa Galería. Claudio, uno de los comerciantes, contó a Cadena 3 que efectivamente ayer a las 11, el ahora detenido le había ofrecido la corona. “Me dijo que se la habían regalado los curas, pero no le creí. Me la mostró, pero le dije que no y se fue. Sé que acá en la Galería nadie se la compró”, dijo.
Los sabuesos policiales ampliaron el radio de la búsqueda a todos los locales del rubro ubicados en la zona del Centro.
Con el cotejo de las cámaras de seguridad, establecieron que el sospechoso ayer a la mañana había visitado diferentes galerías. Y así, llegaron a la Espacial, en la avenida Olmos 51.
Se trata de un conocido local de compra y venta de antigüedades que terminó por ser la pieza que faltaba para terminar de reconstruir la ruta. Si bien la corona no estaba allí, su dueño terminó por admitir que la tenía en su domicilio de barrio San Vicente.
Allí, finalmente la corona fue secuestrada. “Parece de alpaca, pesa muy poco”, apuntó un investigador mientras la sostenía en sus manos y no lograba contener la sonrisa de satisfacción.
De manera extraoficial, el comerciante dijo que la había comprado “de buena fe” y hasta exhibió un boleto de compra-venta en el que figura el monto de 100.000 pesos. Los investigadores liderados por el fiscal González no creen que se haya pagado esa cifra, sino que la venta se hizo por mucho menos, según presumen.
Pero todavía no está clara la responsabilidad de este segundo detenido en toda esta historia. Sí llama la atención que nunca avisó a la Policía o a la Justicia haber comprado esa corona, cuyo robo Cadena 3 anticipó en la siesta del miércoles.
“Si hubiese sido un robo por encargo, a esa corona no la habríamos recuperado nunca. Y mucho menos el ladrón la hubiera estado ofreciendo en distintos comercios como lo hizo”, apuntó un investigador cercano a la fiscalía.