
River jugará la Copa Sudamericana en 2026 y al no disputar la Libertadores, recibirá menos dinero en premios. Y si bien en cada instancia, las diferencias no son gigantes, sí se hacen grandes en la comparativa entre lo que percibe el campeón de cada competencia.
Al tomar como referencia lo que Conmebol obsequió durante 2025 como mérito deportivo, el campeón (Flamengo) se llevó 36 millones de dólares. Y como River hubiera arrancado en fase 2, habría que agregar 1.100.000 dólares más, por lo que el total queda en un monto cercano a los 35 millones de la misma moneda. En cambio, el de la Sudamericana (Lanús) recibió 10 millones de dólares. La diferencia entonces, entre uno y otro fue de 26 millones de dólares.
La distancia entre montos, igualmente, en términos nominales es menor al momento del ingreso a la fase de grupos ya que la Sudamericana entregó 900 mil dólares, mientras que la Libertadores, 3 millones de la moneda estadounidense, aunque, en general el porcentaje es un tercio menor en la copa de segundo orden de la Conmebol. Es decir, recibirá apenas 2.100.000 millones de dólares menos.
Y si se contabiliza hasta cuartos de final, momento en el que River se quedó afuera de la Libertadores este año, la diferencia es de 4,5 millones de dólares en la misma instancia de la Sudamericana. Son casi 7 millones de dólares contra 2.545.000 U$S. De todos modos, si llegara a ganar el segundo torneo continental, embolsaría casi 12 millones de dólares y superaría la cifra de los cuartos de final del máximo certamen de Conmebol.
Más allá de la pérdida económica, en River igual no se modificará nada respecto al mercado de pases. Lo único diferente, y a favor, en este caso, es que tendrá más tiempo para negociar ya que no tiene el apuro de jugar un repechaje en febrero. La fase de grupos empezará en abril. Entonces, se buscarán jugadores a partir del presupuesto con un límite de 20 millones de dólares y se irán a buscar a los futbolistas que ya estaban en carpeta.
River estaba en una encrucijada. Es que el deseo de ingresar a la Copa Libertadores solo se lograría si Boca salía campeón de Clausura. Y en Núñez, claro, nadie quería ver al eterno rival dando la vuelta olímpica.
Era una situación incómoda. Se dio así, a medida que se iban cayendo los otros equipos (Rosario Central, Argentinos y Lanús) que podían darle esa chance al conjunto de la banda roja. Pero todo eso ya quedó atrás. La eliminación del Xeneize con Racing estableció que el equipo de Marcelo Gallardo jugará la Copa Sudamericana en 2026.
Al fin y al cabo, fue justo lo que le tocó a River. Es que tuvo un 2025 muy flojo, en el que no hizo méritos como para clasificarse a la Libertadores. Su última chance la dilapidó en Avellaneda cuando quedó eliminado con Racing en los octavos de final del Clausura.
Es que hasta ese momento dependía de sí mismo ya que si ganaba los cuatro encuentros de los Playoffs y salía campeón, accedía directamente a la fase de grupos del máximo torneo continental. Pero perdió en el Cilindro, se quedó afuera y tuvo que depender de otros para ingresar al repechaje, a lo que tampoco llegó a acceder.
Entonces, River deberá conformarse con la Sudamericana, más allá de la pérdida económica en conceptos de premios (que generalmente se reparten mitad y mitad entre el club y el plantel), no solo por lo que entrega Conmebol, sino también de los sponsors.
Desde lo deportivo se trata también de un golpe ya que llevaba 11 participaciones consecutivas en la Libertadores, que es el objetivo de cada año. Pero, más allá de esta cuestión, también puede tomarlo como una oportunidad para volver a empezar y sentar nuevamente las bases. De hecho, la cosecha internacional en el primer ciclo de Gallardo comenzó justamente con la Copa Sudamericana que ganó en 2014.
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