River, eliminado de la Copa Libertadores: empezó ganando en Brasil, pero se derrumbó y Palmeiras se quedó con el boleto a semifinales

Es la crónica de una eliminación anunciada. Porque desde que se supo en el sorteo de los octavos de final de la Copa Libertadores que en cuartos River podía enfrentarse a Palmeiras, los presagios para el equipo de Marcelo Gallardo no eran los mejores. Y quedó confirmado después de la serie de 180 minutos, en la que el ‘Verdao’ ganó los dos partidos y redondeó un global de 5 a 2, luego de vencer 3-1 en la noche de este miércoles la revancha en San Pablo.

El resultado final del encuentro en el Allianz Parque fue exagerado pero las diferencias futbolísticas entre uno y otro explican la distancia en el global. Aún sin haber jugado bien y no ser ni por asomo el que fue en Núñez, Palmeiras es un gran equipo. Sabe a lo que juega y es letal cuando encuentra los espacios. A pura contundencia y jugando con la desesperación de su rival, terminó dando vuelta el partido sobre el final.

Y eso que River le había puesto las cosas difíciles en el primer tiempo y le había trasladado dudas al irse al descanso. Es que el conjunto de Núñez hizo muy buenos 45 minutos iniciales y sorprendió a Palmeiras.

A diferencia del encuentro de ida, Gallardo dio en la tecla con el planteo inicial. Archivó la línea de cinco, volvió a la de cuatro, puso cinco volantes, entre ellos a Juanfer Quintero y tomó una decisión fuerte: sacar a Enzo Pérez de la formación titular.

Igualmente, el mendocino no estuvo mucho tiempo en el banco de suplentes ya que Portillo, que se paró como cinco, entre dos líneas de cuatro (la defensa y otra delante suyo en el mediocampo) para pegarse a José López y estar cerca de los marcadores centrales, se fue lesionado antes de la media hora de juego.

River estuvo bien abroquelado y si bien dejó solo a Maxi Salas arriba, el correntino se la bancó y sacó de quicio a la defensa rival. Jugó un partido de potrero, con mucha viveza, y ya desde el principio empezó a incomodar cuando fue a correr y pelear una pelota contra Gustavo Gómez como lo hacía en Racing, y provocó una falta cerca del área.

Foto Juano Tesone / enviado especial - CLARINFoto Juano Tesone / enviado especial – CLARIN

De esa pelota parada, River sacó provecho ya que Juanfer le puso tiza a su pie zurdo y el propio Salas estampó un cabezazo en la red. Para eso el colombiano jugó de entrada.

Tenía que ser eficaz y contundente River para soñar con la hazaña. Y en la primera jugada que tuvo convirtió. Iban apenas 6 minutos, justamente lo que le pasó al revés en Núñez, cuando arrancó perdiendo rápidamente.

Ese gol tempranero benefició al planteo propuesto por Gallardo. Y fueron los jugadores de Palmeiras los empezaron a sentir nervios por el cuerpo, más que nada cuando llegaban y se topaban con las atajadas de Armani (sacó un pelotazo de Piquerez y un cabezazo de López) y los buenos cruces de los centrales. También Montiel jugó un partido aparte contra Vítor Roque y todo el que se tiraba por su lado, como en la final de la Copa América 2021 en Brasil con la Selección cuando tuvo que marcar a Neymar.

River metía y trataba de cortar los circuitos de Palmeiras. Por eso el Muñeco puso mucha gente en el medio, dispuesta a correr y pelear cada pelota. Y cuando lograba la posesión buscaba rápidamente a Salas, que se fajaba con los centrales rivales. El único que parecía desentonar era Castaño, que pifió una pelota y armó una contra de Palmeiras y entregó mal otra e hizo amonestar a Portillo. Tuvo incluso el segundo gol en sus pies sobre el final de la primera parte, pero se nubló y Weverton le achicó. Y después le quedó a Salas pero su remate se fue desviado.

Lo iba a lamentar mucho River porque al inicio del segundo tiempo Palmeiras empató. Piquerez lanzó un centro desde la izquierda y Vitor Roque, que apareció solo (lo soltó Rivero) por el segundo palo, aprovechó el rebote de Armani tras su cabezazo para el 1-1.

Foto Juano Tesone / enviado especial - CLARINFoto Juano Tesone / enviado especial – CLARIN

A los jugadores de River no les gustaron los gestos del delantero de Palmeiras y la mecha se encendió. Acuña, a la jugada siguiente, lo empujó y se armó una pelea con los suplentes del equipo local ahí cerca, que fue frenada a tiempo. Aunque a Matonte se le fue el encuentro de las manos y un rato más tarde casi le saca roja a Salas pensando que el delantero tenía una amarilla y no era así.

Gallardo movió enseguida el banco de suplentes para buscar más agilidad en el ataque y compañía para Salas. Mandó a la cancha a Lencina y Colidio por Juanfer y Nacho. Y más tarde a Borja por Galoppo. Pero si había que sacar a uno de los del medio era a Castaño, que siguió adentro. Y otra vez entregó mal una pelota que derivó en una falta de Enzo Pérez y en otra amarilla para un jugador de River. El equipo de Núñez seguía a tiro de llevar la serie pero no pesaron Colidio y Borja arriba y Salas se cansó.

Foto: Juano Tesone / enviado especial - CLARIN Foto: Juano Tesone / enviado especial – CLARIN

Abel Ferreira también buscó alternativas en su recambio para hacer mover a un Palmeiras que ni por asomo fue el de Núñez. Y le dieron resultado. Es que Facundo Torres, con espacios, se escapó a espaldas de Acuña, el Huevo lo bajó, se fue expulsado y José López empezó a sentenciar la historia de penal. Y le puso fin a la crónica con otro gol, definiendo por encima de Armani.

fuente: CLARIN

Artículos Relacionados

Volver al botón superior

Adblock Detectado

Considere apoyarnos deshabilitando su bloqueador de anuncios