Reservas del Banco Central peligrosamente bajas: advierten que deberían subir al menos un 50%

El viernes, las reservas terminaron en US$ 41.739 millones, el nivel más alto desde febrero de 2023. Sin embargo, un informe de Adcap Grupo Financiero advierte que “el Banco Central se encuentra peligrosamente bajo en reservas”.

La razón de esta sentencia es que, excluyendo el swap de divisas con China, el stock bruto ronda los US$ 28.000 millones, “apenas la mitad de lo que sugieren como prudente los propios parámetros del FMI”.

Teniendo en cuenta una fórmula definida por el Fondo Monetario para los mercados emergentes, que articula los ingresos por exportaciones, el dinero en circulación, la deuda de corto plazo y otros pasivos, se considera adecuado que las reservas cubran entre el 100% y el 150% de esta métrica.

En el caso de Argentina, las necesidades de reservas dependen del régimen cambiario que se asuma. Así, según este trabajo de Adcap, si se trata de un régimen de tipo de cambio fijo se necesitan US$ 78.700 millones, mientras que si es flotante debería ser de US$ 57.800 millones.

Para ponerlo en contexto, el nivel actual de reservas -descontando el swap con China- cubre solo entre el 36% y el 49% de ese rango.

“Dado el tipo de cambio fuertemente administrado de Argentina -en algún punto intermedio entre un crawling peg y un sistema dual- un objetivo razonable de punto medio podría ser 68 mil millones de dólares. Eso implicaría más que duplicar las reservas actuales”, señala Adcap.

Lejos de la meta

A esto se agrega que las reservas netas -las que efectivamente pueden usarse para intervenir en el mercado- siguen en terreno negativo y alejadas de las metas acordadas con el FMI.

A comienzos de junio, el saldo era negativo en US$ 8.000 millones, en tanto que el objetivo para el mes es de -US$ 2.700 millones. Desde Cohen Aliados Financieros apuntan que para alcanzar la meta de diciembre, que exige reservas netas positivas por US$ 1.800 millones, el Gobierno debería acumular cerca de US$ 9.800 millones en apenas seis meses. Y para lograrlo, debería conseguir US$ 15.500 millones adicionales.

Para Jorge Vasconcelos, “el gobierno ha elegido darle prioridad a la consolidación de la estabilidad. Recuperar reservas propias del BCRA y lograr bajas adicionales del riesgo país pasó a ser un flanco débil del programa y ahora se evalúa el alcance que pueda tener la captura de divisas a través de la emisión de deuda en pesos”.

Vasconcelos detalla que se profundizó en el “modelo Bontes” para acumular reservas emitiendo bonos de deuda en pesos a ser suscriptos con dólares, con el propósito de colocar el equivalente a US$ 1.000 millones por mes. Además, ya se concretó un REPO -un préstamo con un pool de bancos- por US$ 2.000 millones y se abrió una ventanilla de “operaciones especiales” en el mercado cambiario, donde el Tesoro compra divisas. Hasta ahora se informó oficialmente que se llevó US$ 200 millones por esa vía.

El ministro Luis Caputo precisó la semana pasada que además de estas compras de parte del Tesoro, otras formas de sumar divisas eran las privatizaciones de empresas públicas, concesiones y la venta de terrenos.

Para Cohen, “con más de un año y medio de gestión y en pleno año electoral, el esquema económico muestra avances claros”, aunque “el frente externo sigue siendo el punto débil: se achica el superávit comercial, sube el déficit de cuenta corriente y la falta de reservas obliga a buscar financiamiento externo”.

No hay crisis a la vista, pero el margen es cada vez más estrecho, y las reservas definen cuánta estabilidad se puede sostener y cuánta confianza se puede construir. En la segunda mitad del año, el contexto político y la caída del saldo comercial presionan sobre el mercado cambiario, dificultando mejorar las reservas”, dicen en la sociedad de Bolsa.

fuente: CLARIN

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