
Alumnos de primer grado crearon producciones audiovisuales con herramientas de inteligencia artificial, edición y diseño para darle vida a sus dibujos con guiones únicos.
Un grupo de 22 estudiantes de primer grado de la escuela N°329 de Buta Ranquil, crearon “Animated cartoons”, una propuesta tecnológica creada con Inteligencia Artificial (IA) y que los condujo hasta la edición final de la Expo EducaTIC 2025 organizada por la subsecretaría de Tecnología Educativa y Modernización del ministerio de Educación.
El docente impulsor de la propuesta, Marcelo Blanco, detalló que “es un proyecto innovador que usa la IA como mediadora pedagógica para que los niños creen, desde cero y de forma divertida, su propio contenido audiovisual animado”. Surge de un planteo que integra diferentes lenguajes vigentes en la actualidad mediante el uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC). Para dicho fin, los estudiantes idearon historias, ilustraciones, guiones, escenarios y narraciones de cinco cuentos.
La articulación de habilidades digitales y lingüísticas permitió la estimulación de la creatividad con relatos sobre inquietudes genuinas de las y los estudiantes. “Las hadas y las risas” presenta una aventura en la que su protagonista supera miedos; “El paseo del Cerro” cuenta un día recreativo en la naturaleza dentro de un escenario neuquino; “El tesoro escondido” narra una búsqueda de materiales preciosos en un pueblo rodeado por montañas; “La pelota perdida” refiere a las frustraciones en el fútbol; y “La cocinera exitosa” muestra un camino de superación para cumplir sueños.
La propuesta se desarrolló a través de cinco actividades secuenciales, comenzando por la creación de personajes desde el dibujo y la elaboración de grupos para construir una historia singular desde el relato literario. Luego, las y los niños experimentaron con las herramientas digitales con las que pudieron asignar movimientos a sus ilustraciones; también diseñaron fondos para los escenarios de cada relato con otro generador de imagen.
El educador explicó que la fase final incluyó la grabación de las locuciones con voces del estudiantado para dar vida a cada personaje y narrador, seguida por el ensamble de los componentes de cada relato.
Por su parte, las familias estuvieron contentas y sorprendidas con la iniciativa “algunos no podían creer cómo los chicos utilizaban las computadoras y sobre las ideas que tuvieron los niños a la hora de escribir sus cuentos”, expresó Blanco.
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