
El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Horacio Rosatti, advirtió que la eventual aprobación de la reforma laboral impulsada por el gobierno de Javier Milei podría abrir un extenso frente judicial. Según explicó, el sistema argentino de control de constitucionalidad es “difuso”, lo que habilita a que cualquier juez del país declare inconstitucional una ley.

Rosatti señaló que esta dinámica puede derivar en fallos contradictorios y en una suspensión práctica de la reforma en distintos juzgados, hasta que la Corte logre unificar criterios. Aunque el máximo tribunal puede ordenar la jurisprudencia, aclaró que ese proceso “lógicamente lleva su tiempo” y puede demorar meses o incluso años.

En ese contexto, recordó antecedentes recientes, como la declaración de inconstitucionalidad de un tramo de la reforma laboral incluida en la Ley Bases, que aún espera definición final. Además, sostuvo que cualquier intento del Congreso de obligar a los jueces a acatar de inmediato los fallos de la Corte también podría ser judicializado, profundizando el debate sobre cómo evitar que reformas estructurales queden atrapadas en un limbo judicial prolongado.



