
En tiempos de sobreinformación e hiperconexión, sobran los consejos, tutoriales y videos acerca de estética y cuidado personal. Por eso, múltiples voces al respecto pueden traer confusión a la hora de hablar sobre el cuidado del pelo. En este artículo te contaremos cómo hacer para reducir los lavados de pelo con una técnica sueca con la que podés cuidar tu melena.
Se sabe que las melenas abundantes, densas, cargadas de movimiento y profundidad suelen ser ciertamente hermosas en cualquier mujer y varón que las use. Sin embargo, no todos tienen la suerte de nacer con ese pelo. Los lavados todos los días pueden tener algunos efectos adversos que no ayudan a tal fin. Por supuesto, eso dependerá del tipo de cabello y de los productos que use.
Para algunas personas, especialmente las que tienen el pelo muy graso, lavarlo a diario puede ser necesario. También para aquellos que realizan actividad física o trabajan en ambientes que hagan impregnar olores (por ejemplo, una cocina o parrilla).

Sin embargo, en otros casos, el lavado frecuente podría causar algunos problemas como eliminar los aceites naturales del cuero cabelludo o perder la hidratación. Lo peor que podría pasar es que se vuelva seco, frágil y propenso a romperse.
Por otro lado, el uso excesivo de shampoo con ciertos productos químicos como los sulfatos, pueden ser agresivos para tu pelo. Por esto, si no tenés la necesidad de lavarte el pelo todos los días, te contamos como podés reducir esa práctica.
Como en casi todos los aspectos, la solución ideal suele ser encontrar un equilibrio. La popular revista de moda Vogue realizó un informe sobre el tema titulado “Cómo pasé de lavarme el pelo todos los días a dos veces por semana”, en el que trata este tema estético seriamente.
En el mismo, su autora Ana Morales indica que no es un artículo más sobre el tema, sino una “historia real” de cómo logró eso sin sufrir dramas capilares y sin tener la sensación de que se tenía que recoger el pelo para no salir de la casa por sentirse sucio. “Spoiler: no, no lo estaba“, asegura.
La nota indica que antes se lavaba con solo un poco de champú, ya que iba a repetir al día siguiente el labado y no era necesario mucho más. “Después empecé a experimentar con el doble lavado o, lo que es lo mismo, aplicar dos veces el champú, una para desincrustar y otra para lavar profundamente”, ahondó.

De esta manera encontró una forma de distanciar un poco más los lavados, sabiendo de los “peligros” del lavado diario. Con el ritmo de un día sí y uno no, la escritora aseguró que no sentía que estuviera forzando un día sin lavarse y que le gustaba cómo le quedó el cabello, tanto el primero como el segundo día.
“Pero mi momento llegó cuando puse en práctica lo que me he permitido llamar técnica sueca. Consiste en lavar el cuero cabelludo (no el pelo) poniendo en práctica los movimientos básicos de la clásica técnica del masaje sueco, es decir, movimientos circulares que se llevan a cabo con las yemas de los dedos para estimular la circulación sanguínea y liberar tensiones”, detalla el texto.
Entonces, según indica, la clave de esto no es solamente el movimiento del lavado, sino el hecho de no hacerlos en la raíz del pelo: en el cuero cabelludo. De esto se desprende que lavar el pelo no consiste en frotar raíces, medios y puntas con el champú, sino en lavar el cuero cabelludo y dejar que la espuma que cae por el pelo haga el resto.
Cómo estimular el crecimiento natural del cabello
- Masajes para estimular el cuero cabelludo.
- Alimentación equilibrada.
- Hidratación.
- Evitar el calor excesivo.
- Cuidar el cuero cabelludo.
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