Racing vs Peñarol, como en la vieja Libertadores: del descontrol en el aire a la madrugada ruidosa en la concentración uruguaya

Racing y Peñarol protagonizan uno de los duelos más picantes de los octavos de final de la Copa Libertadores 2025. Al tratarse de dos equipos grandes en sus países, que frecuentemente participan de la máxima cita continental, dicho enfrentamiento pasó a ser uno de los más atractivos de los ocho partidos de octavos.

La ida en Montevideo fue una verdadera batalla. Un encuentro que hacía mucha ilusión a propios y ajenos que parecía ser imperdible, terminó siendo muy poco vistoso y permanentemente cortado. Ambos equipos lo disputaron con uñas y dientes, donde prácticamente fue un milagro que terminasen los 22 protagonistas en cancha. Si bien Adrián ‘Maravilla‘ Martínez vio la roja por haber bajado una pelota con el taco que terminó impactando en la cara Javier Méndez, lo que le provocó un sangrado, el arbitro Raphael Claus, a instancias del VAR, cambió su decisión y terminó sacándole amarilla tras haberse tratado de una jugada sin intención en la disputa por la pelota.

Previo a esta acción hubo una jugada que provocó el enojo de los uruguayos por una fuerte entrada de Nazareno Colombo a la figura de Peñarol, Leonardo Fernández, a los 15 minutos del primer tiempo. El jugador, que intentó seguir algunos minutos, debió dejar la cancha por el dolor que le causó dicha infracción.

“El que llore de eso no conoce la Copa. Fueron inteligentes, en los 20 minutos lastimar a Leo rotando, para rotar las amarillas, creo que eso estaba planificado. Es la Copa, nosotros también pegamos a la par y tengo poco para quejarme de eso”, expresó el presidente del Carbonero, Ignacio Ruglio.

Una vez finalizado un encuentro que tuvo patadas, choques, sangre, infracciones y muy poco futbol, consumada la victoria del Manya tras el tanto de David Terans, la polémica siguió fuera de la cancha. Es que, los cuatro mil hinchas de Racing que cruzaron el charco y asistieron al Campeón del Siglo, vivieron una odisea en la que lograron salir del estadio recién por la madrugada, debido al operativo de seguridad. Los fanáticos académicos estuvieron más de 8 horas en la cancha, ya que se vieron obligados a ingresar al rededor de las 17:30 -el partido comenzó 21:30- y recién les abrieron los portones de salida cerca de las 2 de la mañana.

Si bien se especulaba que se llevase a cabo el mismo operativo para con los hinchas uruguayos, en Avellaneda será diferente. APreViDe publicó un comunicado donde detalló que, a diferencia del partido de ida, la entrada para los hinchas visitantes no será obligatoria para las 17:00, horario en el que se abrirán las puertas del Cilindro. Se esperan alrededor de cuatro mil hinchas carboneros.

Todavía faltan varias horas para el encuentro de esta noche, pero los condimentos que encienden la pica entre ambos equipos no para. En primer lugar por parte de los protagonistas: los jugadores de Peñarol recibieron un llamado de atención por parte de Aerolíneas Argentinas, ya que en el fervor de la previa del duelo, los futbolistas, eufóricos, comenzaron a cantar canciones de cancha, incluso algunos se pararon de sus asientos y se movían de un lado al otro en medio del vuelo que emprendieron rumbo a Buenos Aires.

“Nuestra obsesión es la seguridad de nuestros pasajeros. Nuestra pasión está puesta en darles el mejor servicio. Lamentamos este tipo de actitudes que nada tienen que ver con el deporte“, publicó la empresa en sus redes sociales.

Los hinchas de Racing tampoco se quedaron atrás y, con sed de venganza, buscaron atribuirle el malestar que vivieron en el Campeón del Siglo a los jugadores del Carbonero. Los fanáticos se las ingeniaron para hacer ruido por la madrugada en las cercanías del hotel donde se hospeda la delegación aurinegra, donde tiraron fuegos artificiales bajo la lluvia.

Volvió la famosa Copa Libertadores de pantalones cortos, medias altas y tapones afilados. Con un Cilindro a reventar, donde se espera un diluvio de novela, en Avellaneda habrá una batalla naval en busca del boleto a cuartos de final.