
El maquillaje es una herramienta social que se usa desde hace décadas. Se utiliza para resaltar, corregir o modificar aspectos del rostro, pero en los últimos años, la tendencia “nature” ha llevado a muchas personas a renunciar a los productos cosméticos. ¿Qué significa esta decisión desde el punto de vista psicológico?
Según la doctora Tara Well, del departamento de psicología de la Universidad de Columbia, el hábito de no maquillarse puede ser un reflejo de una mayor aceptación de la propia imagen o, incluso, una forma de protesta contra los estándares de belleza impuestos.
Desde las civilizaciones más antiguas, el maquillaje ha servido para ajustarse a normas sociales. Sin embargo, quienes eligen no usarlo pueden estar desafiando estas reglas, apostando por una identidad auténtica y desligada de las expectativas externas.
