
Tres de cada cuatro nuevas jubilaciones otorgadas en 2024 fueron para personas que no cumplían con los años de aportes necesarios, y recurrieron a una moratoria previsional para acceder al beneficio.
En el año que acaba de finalizar, de las 427.505 nuevas jubilaciones otorgadas, 313.950 fueron a través de algún tipo de moratoria, según datos de la Subsecretaría de Seguridad Social. Este fenómeno refleja las dificultades sociales y laborales del país, y pone de manifiesto el desajuste de la normativa previsional frente a la realidad del mercado laboral.
Las estadísticas también muestran que, del total de las jubilaciones vigentes, el 67,7% están asociadas a algún tipo de moratoria. La situación se complica aún más si se considera que la mayoría de los nuevos jubilados no alcanzan los 30 años de aportes, un requisito obligatorio bajo la legislación actual.
Además, el sistema de moratoria actual, que permite regularizar los aportes faltantes, finalizará en marzo de 2025, y el gobierno de Javier Milei ha anticipado que no se extenderá. Esto afectará especialmente a la población femenina, que históricamente ha tenido más dificultades para completar los años de aportes requeridos.
En este contexto, quienes no logren regularizar su situación antes de la fecha límite podrán acceder, en su lugar, a la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM), que no exige aportes, pero ofrece un monto mucho menor al de la jubilación completa.