
En la cultura nacional es muy común ver que muchas personas juegan siempre los mismos números de la lotería. Hay quienes compran apuestan a los mismos dígitos durante toda su vida.
Los números pueden representar una infinita variedad de motivos. Pueden ser desde un cumpleaños, una fecha especial, un número “mágico” que sienten como propio.
Esa práctica, más allá de ser superstición o tradición, tiene implicaciones psicológicas interesantes cómo dar seguridad, esperanza, identidad, incluso ritualidad. Pero los expertos aclaran que repetir la combinación no otorga ventajas reales.
Los principales motivos de este comportamiento: tradición, superstición y apego emocional
La psicología identifica al menos tres motivaciones principales detrás de elegir siempre el mismo número:
1. Tradición familiar o sentimental
- Muchas personas juegan los mismos números por un vínculo afectivo: puede ser la fecha de nacimiento de un familiar, un aniversario, un número que representa algo especial. Esa combinación de números tiene un valor emocional, se convierte en un símbolo de identidad personal.
- En familias donde alguien ha ganado o casi ganó usando un número, ese número se transmite como “el número de la suerte” generación tras generación. Eso refuerza el apego emocional.
2. Superstición y “pensar que la constancia traerá suerte”
- Quienes repiten su número creen que la constancia en algún momento será recompensada, aunque en verdad las probabilidades siguen siendo siempre las mismas. La psicología advierte que el pensamiento mágico suele imponerse cuando las personas sienten que sus actos pueden influir en eventos que están más allá de su control.
- También entra en juego el temor de “quedarse afuera”: si ese número que uno siempre compra resultara premiado en un sorteo y no lo hubiese jugado, sentiría una pérdida importante emocionalmente. Eso empuja a mantener la costumbre.
3. Falsas creencias sobre probabilidad y azar
- Jugar siempre el mismo número no incrementa las probabilidades de ganar. Cada sorteo es independiente. Los especialistas matemáticos lo explican con la Regla de Laplace: las posibilidades de un número en un sorteo no mejoran simplemente porque lo hayas usado antes.
- El énfasis está en que las probabilidades permanecen extremadamente bajas: se cita que las chances de obtener el primer premio en muchos sorteos rondan 1 entre 100.000, algo así como 0,001%.
Cómo la psicología describe esta costumbre Argentina
Además de los motivos particulares, la psicología aporta conceptos que ayudan a comprender por qué tantas personas en Argentina se apegan a esta práctica:
- Falacia del jugador: la creencia de que los eventos pasados del azar afectarán los eventos futuros. Por ejemplo, “si siempre juego los mismos números, tarde o temprano me tocará” es una forma de esta falacia.
- Heurística de representatividad: algunas personas creen que ciertos números se “ven” más afortunados, o que un número que no ha salido últimamente está “maduro” para salir. Estas ideas no tienen respaldo matemático.
- Sesgo de confirmación: cuando lo que uno espera ver (que repetir el número traerá premio) puede hacer que recuerde con más fuerza los casos en que alguien repitió y ganó, ignorando las millones de veces que otros repitieron sin resultado.
- Valor simbólico: el número funciona casi como un amuleto. No importa tanto que tenga más probabilidad: importa que uno lo sienta como “suyo”. Eso refuerza la identidad de ese jugador ante la lotería, ante los rituales sociales que acompañan al juego.
¿Cuál es la conclusión desde la psicología?
La conclusión es que elegir siempre los mismos números en la lotería tiene sentido emocional, pero no racional, en lo que respecta a ganar. Los expertos coinciden:
- No hay ventaja matemática en repetir la misma combinación de números. Cada sorteo es independiente, cada número tiene la misma probabilidad de salir, sin importar si lo jugaste antes o no.
- La práctica no es necesariamente mala: para muchas personas, jugar con el mismo número aporta confort, esperanza, continuidad, un ritual que da significado más allá del resultado. Puede mejorar la satisfacción subjetiva, el sentido de pertenencia, la ilusión.
- Según la psicología, es importante que se mantenga el equilibrio: que la lotería se juegue con responsabilidad, que no genere cargas económicas o expectativas poco realistas. Que esa ilusión no se convierta en una fuente de estrés.
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