
¿Cómo endulzar de forma natural y cuidar la salud al mismo tiempo? En un mundo que busca alternativas al azúcar refinado, la panela aparece como una opción milenaria que hoy cobra nuevo sentido.
Tradicionalmente consumida en países como Colombia, México o Perú, la panela forma parte de la cultura alimentaria latinoamericana. Se trata de un endulzante sin procesar, elaborado a partir del jugo de la caña de azúcar, que conserva sus nutrientes originales.
Según la Food and Agriculture Organization (FAO), más de un millón y medio de personas dependen de su producción en la región. Su elaboración artesanal, sin químicos ni refinados, la distingue del azúcar blanco industrial.
Su regreso no es casual en un contexto donde consumidores cada vez más informados priorizan ingredientes simples y naturales. Por eso, la panela gana terreno en mercados internacionales y en hogares que buscan volver a lo esencial sin perder sabor
Propiedades curativas de la panela natural como alternativa al azúcar refinado

De acuerdo a un artículo del sitio especializado Healthline, la panela se presenta como una opción más natural y menos procesada que el azúcar refinado, con un perfil nutricional que conserva ciertos micronutrientes debido a su método de elaboración artesanal.
A diferencia del azúcar blanco, que se somete a procesos de refinamiento intensivo que eliminan casi todos los compuestos beneficiosos, la panela se obtiene al evaporar el jugo de la caña de azúcar, sin químicos añadidos.
Este proceso permite que conserve vitaminas, minerales y antioxidantes que podrían tener efectos positivos en la salud cuando se consume con moderación. Entre sus propiedades curativas y beneficiosas se destacan:
- Aporta minerales esenciales
Según un artículo del portal Nutriendo, de la de la Academia Española de Nutrición y Dietética, la panela conserva minerales como hierro, calcio, magnesio y potasio, los cuales cumplen funciones clave en el organismo: el hierro participa en la formación de glóbulos rojos, el calcio fortalece huesos y dientes, el magnesio contribuye a la función neuromuscular y el potasio ayuda a regular la presión arterial. Aunque sus cantidades no cubren los requerimientos diarios, pueden complementar una dieta equilibrada, especialmente cuando se busca evitar edulcorantes altamente procesados y vacíos de nutrientes.
A diferencia del azúcar blanco, la panela tiene compuestos fenólicos y flavonoides que pueden ayudar a contrarrestar el estrés oxidativo celular. Estos antioxidantes actúan neutralizando radicales libres, lo cual se asocia a una posible reducción del riesgo de enfermedades inflamatorias, cardiovasculares o neurodegenerativas cuando se acompaña de una alimentación rica en frutas, verduras y cereales integrales.
- Proporciona un efecto energizante natural
Gracias a su mezcla de sacarosa, glucosa y fructosa, proporciona energía de rápida asimilación sin generar los picos abruptos que puede provocar el azúcar refinado. Por eso, en contextos de actividad física moderada o en momentos de fatiga, una pequeña cantidad de panela puede ayudar a recuperar vitalidad sin recurrir a productos artificiales o bebidas energéticas con aditivos.

- Tendría menor índice glucémico relativo
Aun siendo una fuente de azúcar, algunos estudios sugieren que la panela tiene un índice glucémico ligeramente inferior al del azúcar blanco debido a su matriz más compleja y no refinada. Esto podría resultar beneficioso para mantener niveles de glucosa más estables en sangre, especialmente en personas que buscan evitar fluctuaciones bruscas de energía, aunque no debe ser considerada apta para personas con diabetes sin orientación médica.
- Colabora con el sistema inmunológico
Si bien su aporte de vitaminas es modesto, contiene trazas de vitamina C y algunas del grupo B, las cuales cumplen roles fundamentales en la respuesta inmunitaria, la producción de energía y el metabolismo celular. Además, su uso tradicional en infusiones caseras calientes suele aprovecharse en contextos de resfríos o síntomas gripales para brindar una sensación reconfortante y aliviar molestias en la garganta.

- No posee aditivos químicos
Una de sus principales diferencias con el azúcar blanca es que no atraviesa procesos de refinado ni blanqueado, por lo que no contiene sustancias químicas como dióxido de azufre, conservantes o colorantes artificiales. Esto la convierte en una alternativa más natural y cercana a su forma original, algo que puede ser valorado por quienes siguen una alimentación consciente y buscan minimizar la exposición a productos industrializados.
- Actúa en afecciones respiratorias leves
En comunidades rurales de América Latina y Asia, la panela se utiliza desde hace generaciones como parte de preparaciones caseras para tratar afecciones respiratorias leves, como la tos, la congestión o los estados gripales. Combinada con jengibre, limón, canela o infusiones herbales, no solo endulza sino que se integra a rituales populares de cuidado natural, fortaleciendo el vínculo entre alimentación y bienestar.

- Puede reemplazar al azúcar
Su sabor característico, con notas de caramelo y melaza, permite que se utilice tanto en bebidas calientes (como café o té) como en pastelería y platos tradicionales. Puede reemplazar el azúcar sin alterar la textura y aportando un aroma más complejo, lo cual es ideal para quienes desean conservar el placer de lo dulce sin recurrir a edulcorantes refinados.
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