Pasantía de excelencia por una investigación | Una alumna del Superior de Comercio fue …

Entre 590 alumnos de escuelas secundarias de todo el país, Paulina Guerscovich de 5° año del Superior de Comercio fue elegida por el Instituto Balseiro para realizar una pasantía y acceder al Centro Atómico Bariloche y a laboratorios de vanguardia, del 27 al 31 de octubre. Su trabajo titulado “Inteligencia Artificial: realidad y ficción” expresa que la forma de combatir un mal uso o abuso de la IA es ser más humanos que nunca: “Fomentar una vida no encapsulada en pantallas es entender el motus propio por descubrir, la alegría de lograr algo por nuestra cuenta. Es sentir. La euforia, el dolor, el miedo, el anhelo; todo aquello que no puede predecirse, cuantificarse, promptearse, todo aquello que nos vuelve imperfectos e impredecibles es lo que nos vuelve seres humanos. Ningún programa, por más avanzado que sea, podrá imitar la pasión y la vulnerabilidad humana”.

Como todos los años, el Balseiro lanzó la convocatoria para alumnos secundarios del país y en esta oportunidad los invitaron a analizar las implicancias éticas del uso de la IA, su impacto en el rol de los docentes o posibles consecuencias negativas de su uso excesivo en las aulas, como la pérdida de creatividad y del desarrollo de pensamiento crítico en los estudiantes.

Cuando se enteró de esta posibilidad, Paulina enseguida se interesó y luego disfrutó desarrollar el trabajo. En una primera etapa fueron seleccionadas 136 monografías, luego quedaron 48 y finalmente 15 teniendo en cuenta los antecedentes curriculares, promedios y actividades extraescolares de los estudiantes.

Para la producción de este trabajo, la joven del Superior de Comercio recibió la orientación y acompañamiento de las profesoras María Laura Giannone, quien fue su tutora académica, Keila Tomás, Beatriz Schiffino y María del Rosario González.

Lo primero que hizo fue escribir lo que sabía del tema y expresar su opinión personal a partir de los seminarios que tuvo en la escuela. Después las profesoras le dieron material para leer e investigar. “Algo que me apasiona es el tema del poder, entonces quería jugar con la idea de cómo nosotros mismos le estamos cediendo poder a la inteligencia artificial”, reflexiona.

Paulina estudia inglés y entrena esgrima de alto rendimiento. Le gusta leer pero también matemática, contabilidad, física, química y cuenta que en esta propuesta pudo combinar su veta científica con la creativa. “Me encanta la inteligencia artificial, todo lo que representa, que pone en jaque las cosas, que te hace reflexionar y cuestionar”, dice.

La estudiante aclara que para hacer el trabajo no utilizó IA y que si bien al principio, la monografía sólo incluía su opinión en la conclusión, por sugerencia de las profesoras, después utilizó ese tono más personal en todo el texto para que no sea tan frío y “tenga alma”. El trabajo tiene datos, metáforas, paralelismos entre la ciencia y la sociedad, juega con el tema del poder y el sedentarismo cognitivo.

Empezó a hacerla en marzo y la entregó a fines de junio porque le llevó horas extra escolares de mucha lectura, investigación y reflexión personal. La conclusión la escribió una noche luego de un torneo de esgrima en el que le fue mal y estaba triste. De ahí que apela a lo emocional porque habla del error humano y cómo sirve para aprender, crecer y evolucionar.

Su tesis central es que “la inteligencia artificial no nos reemplaza, nosotros nos hacemos reemplazables por falta de curiosidad, vagancia, por una cultura de la inmediatez, por tener a mano la información y no realizar esfuerzo”. Reconoce que “todo el mundo está preocupado porque la inteligencia artificial nos reemplace, pero si uno valoriza sus competencias como persona, un programa dentro de una computadora, no nos puede imitar por más que procese datos a una velocidad inhumana”.

Para armar el texto realizó encuestas con alumnos secundarios y universitarios, citó a referentes académicos e hizo entrevistas a Pablo Granitto, director del Cifasis (Centro Internacional Franco-Argentino de Ciencias de la Información y de Sistemas) y Natalia Raimondo, doctora en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Rosario.

Sobre su formación, Paulina cree que el Superior de Comercio le dio muchísimo tanto a nivel personal como académico: “La verdad que me ha desafiado y obligado a ser mejor en todo momento porque tuve que aprender a ser organizada, manejar mucha presión y entender realmente los conceptos, no quedarme con un conocimiento superficial o automático”, algo que considera positivo en una sociedad que quiere todo fácil, rápido y a medias. 

“El Superior nunca es a medias”. Destaca que la Universidad Nacional de Rosario le abrió muchas puertas y está agradecida por la enseñanza, el acompañamiento y el apoyo que recibió.

fuente: GOOGLE NEWS

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