
Ozzy Osbourne, leyenda del heavy metal y voz inconfundible de Black Sabbath, falleció a los 76 años en su casa, rodeado de su esposa Sharon y sus hijos. La familia confirmó la noticia con un emotivo comunicado que habla de amor, compañía y dolor indescriptible. El cantante deja un legado que marcó a generaciones de músicos y fanáticos de todo el mundo.
Desde hace seis años, Ozzy luchaba contra el Parkinson, una enfermedad neurodegenerativa progresiva que obligó al artista a abandonar los escenarios y adaptar su vida diaria. Su salud fue deteriorándose con el tiempo, afectando su movilidad y energía, lo que llevó a especulaciones sobre el desenlace de su vida.
Tras su muerte, comenzaron a circular en redes versiones que indicaban que Ozzy habría viajado a Suiza para someterse a una eutanasia, algo que su hija Kelly salió a desmentir rotundamente. La confusión surgió a raíz de declaraciones de Sharon Osbourne en un podcast de 2023, donde habló sobre la posibilidad de acudir a una clínica de suicidio asistido en caso de sufrir un deterioro extremo. Sin embargo, la familia aclaró que Ozzy murió en paz, en su hogar, y no bajo esa modalidad.