“Otra medida injusta para los ya castigados jubilados”

Con buen criterio, el Presidente ha propiciado un proyecto de normativa para que los responsables que no respeten las reglas que surgen de la necesidad de mantener un presupuesto público superavitario o equilibrado, y la prohibición de emitir moneda para financiar el gasto primario del Tesoro, sean sometidos a juicio y penalizados por la Justicia. No deja de ser promisorio que dicha decisión sea adoptada por los legisladores, jueces y funcionarios que deben promover el bienestar general a la totalidad de los habitantes y proteger la seguridad social, según reza el preámbulo de nuestra Constitución y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC) adoptado por Argentina en 1994.

Son muchos los afectados por el cambio impuesto por el Gobierno, como es el caso de los que viven de los curros existentes en el Estado elefantiásico, pero no se entiende cuál es el motivo de considerar al sector pasivo, que tiene un evidente crédito por sus aportes previsionales efectuados durante su vida laboral, dentro del mismo universo. Se estima que unos 100.000 jubilados poseen sentencia firme por los reclamos efectuados ante la ANSeS, pero en virtud de las chicanas de ésta y la demora en los pagos del Estado, muchos de ellos no llegarán con vida al recupero de sus derechos.

Se entiende que no podrá resolverse en forma general y perentoria la situación de la totalidad de los jubilados, pero sería deseable y justo que por lo menos se analice la posibilidad de otorgar prioridad de pago a los jubilados mayores y con problemas de salud que integran dicho grupo, porque ellos sí actualmente tienen un patrimonio ganado luego de 10 o más años de espera y el sufrimiento que debieron soportar para procurarse una vida digna y satisfacer sus necesidades vitales, que en muchos casos originó un endeudamiento progresivo y permanente.

Carlos Luis Okretic cokretic@gmail.com

Voces, reclamos y esperas de jubilados

Es un hecho conocido que la falta de pago de las sentencias judiciales en perjuicio de los jubilados es una fuente de financiamiento muy beneficiosa para la ANSeS. Pero lo que resulta totalmente ininteligible es que la Justicia tenga la necesidad de ordenar el embargo de sus cuentas bancarias para el cumplimiento de sus sentencias. Me sentiría muy complacido si el ministro de Economía diera una explicación fundamentada sobre este vapuleo infame que soporta la clase pasiva.

Oscar Edgardo García osedgar@yahoo.com

Ante la falta de sensibilidad demostrada para con los jubilados por el Gobierno al anular el mísero 7% que una ley votada en el Congreso había definido para que los “viejos meados” puedan llegar a fin de mes, al terminar de ver un video de humor negro se me ocurrió pensar que el mismo bien podría haber sido realizado por el Gordo Dan o los trolls de LLA. Un hombre que sería el evaluador (antes de la entrega del registro de conductor) dice: “Esta es la última pregunta del examen. Si hay un anciano y un niño en el medio de la calle, ¿qué pisás?”. Al lado, la supuesta aspirante (quien maneja el auto) algo confundida le responde: “Al anciano, ¿no?” y pretendiendo ampliar: “Porque el anciano ya vivió y el niño tiene una vida”. “Pisás el freno” con cara de fastidio la interrumpe el evaluador. “Ah, también -le responde todavía confundida la mujer-, pero antes o después del viejo?”.

Ovidio Winter ovidiow@gmail.com

El presidente Milei se jacta de la baja de la inflación y el equilibrio fiscal: promesas de campaña cumplidas. El ajuste lo pagará la casta: incumplido. ¿O acaso los adultos mayores y jubilados somos parte de la casta y no lo sabíamos? El ajuste lo pagamos nosotros, perdimos 34% en nuestros haberes en forma directa; pero si consideramos los incrementos en alimentos, transporte, servicios, medicamentos y ni hablar de cobertura médica, prepagas, la pérdida del poder adquisitivo es enorme. La falta de sensibilidad es un hecho político grave. Es por eso que si deciden ir a votar, lo hagan conscientes que la prioridad del Gobierno no es el adulto mayor, el discapacitado ni la salud, para ellos no hay plata mientras a otros sectores les bajan retenciones (minería, gas, campo. Llegamos a esta situación por el desmanejo populista de los gobiernos anteriores y el latrocinio político; pero Milei no es la solución, busquemos una expresión electoral racional, si es que existe.

Eduardo Kuriss edukuriss@yahoo.com.ar

Como ciudadana jubilada con años de aportes genuinos me gustaría conocer el monto que pagamos todos los argentinos de a pie por senadores y diputados de todo el país. Me permito sugerir para terminar con la casta: que toda persona que acceda a esos puestos gane como cuando estaba en actividad y tras un periodo vuelva al llano sin reelección posible. Que los asesores no sean de los bloques sino de las cámaras, que cobran cuando se los necesite, que sean de excelencia y no amantes o parientes. Nos libraríamos de un montón de impresentables que han tomado por asalto la política como modo de vida y no como un servicio. Sería también razonable ver qué propuestas hizo cada uno y nos libraríamos también del día del chorizo o de la salsa coreana en un país que para estos personajes parece no tener verdaderos problemas que abordar.

María Angélica González Ledo agonzlezledo@gmail.com

El Estado no malgasta dinero público cuando paga jubilaciones sino que respeta un derecho adquirido en favor de quienes aportaron para ello y cumplieron con todos los requisitos legales para hacer precisamente efectivo dicho derecho emanado del Art. 14 bis de la Constitución. Es injusto e inmoral hacerles sentir a los jubilados que son ellos, en gran medida, causantes del déficit fiscal.

Patricio Oschlies poschlies@yahoo.com.ar

Creo que desde el minuto 1 que dijeron que confirmáramos en junio al 138 la dirección donde recibiríamos los pañales para adultos de PAMI, me anoté porque mi madre (Josefa Delia Gomez, afiliada 150259278404/00) está en un hogar y los necesita todos los meses. Al ver que no llegaban… ahí comenzó nuestro calvario que incluyó varios llamados a la empresa Urbano y al PAMI, a cuya oficina en Wilde también fui. Finalmente ante mi insistencia la respuesta fue: “No va a recibir los pañales, este problema es generalizado, estamos tomando cientos de denuncias”. Señor Presidente: yo lo voté creyendo en un cambio. Me pregunto si éste es el cambio:el abandono total a los viejos. ¿Qué de los que durante 35 años aportamos al país con nuestro trabajo? Mi madre tiene 92 años. Espero no llegar a esa edad. Con gran esfuerzo estamos haciéndonos cargo de todo lo que necesita. Pero es nuestro derecho ser tratados como personas dignas. Reconozco que a ningún gobierno le interesó esto. Y estoy en contra del asistencialismo que por años destruyó la economía de este país. Pero eso no es motivo para que los viejos sean olvidados.

Sonia Cristina Ottaviano soniaottaviano@yahoo.com.ar

fuente: CLARIN

Artículos Relacionados

Volver al botón superior

Adblock Detectado

Considere apoyarnos deshabilitando su bloqueador de anuncios