Ocho tenistas argentinos en cuartos de final: Juan Manuel Cerúndolo ante Ruud y toda la legión en Bastad, Gstaad, Los Cabos y Rumania

El tenis argentino vivió un momento inédito esta semana: ocho jugadores alcanzaron los cuartos de final de distintos torneos ATP y WTA, una marca que nunca se había registrado. En un momento de transición para el circuito y el armado de la temporada, en medio de dos Grand Slams, tras la participación en Wimbledon y el camino hacia Estados Unidos, donde se llevará a cabo el US Open a partir del 24 de agosto.

En el ATP 250 de Båstad (Suecia), sobresalieron Francisco Cerúndolo, principal favorito, y sus compatriotas Ugo Carabelli y Sebastián Báez, todos sin ceder terreno en el nivel de alto rendimiento. El jueves, Francisco derrotó a Mariano Navone por 6-3 y 6-3, mientras que Carabelli superó con firmeza a Botic van de Zandschulp por 7-6 (7-3), 5-7 y 6-3. Báez completó la nómina tras imponerse al noruego Nicolai Budkov Kjær.

Mientras tanto, en el ATP 250 de Gstaad (Suiza), también quedó triple presencia nacional en el cuadro de cuartos: Francisco Comesaña enfrenta al letal Aleksander Bublik luego de un triunfo 6-4 y 6-1, Román Burruchaga ya cayó ante el peruano Ignacio Buse, por 6-3, 3-6 y 6-1, mientras que Juan Manuel Cerúndolo doblegó a David Goffin por 5-7, 6-4 y 6-1 y se mide ante Casper Ruud, primer preclasificado.

En el México Open de Los Cabos, el tenista que avanza es Juan Pablo Ficovich, que eliminó al francés Quentin Halys y ahora se medirá con el estadounidense Aleksandar Kovacevic. Y, en Rumania, Lourdes Carlé irrumpió en cuartos del torneo de Iasi tras ganar en dos sets a la favorita armenia Elina Avanesian, por 7-6 (7-4) y 6-2.

Según un informe de la ATP, por primera vez siete argentinos alcanzan la misma instancia en forma simultánea en el circuito masculino. A ese número se suma Carlé en el circuito femenino, completando la inusual nómina de ocho albicelestes en esta fase.

Este logro adquiere relevancia más allá de los rankings: refleja una nueva camada que comienza a dar pelea. La última camada argentina había estado marcada por figuras como Schwartzman o Del Potro, pero estos ocho jugadores demuestran que hay relevo con hambre y capacidad de ascenso.

Maria Lourdes Carlé, en cuartos del Abierto de Rumania. Foto: AP Photo/Ng Han Guan.Maria Lourdes Carlé, en cuartos del Abierto de Rumania. Foto: AP Photo/Ng Han Guan.

El balance deportivo en cifra es contundente. Tres en Båstad, tres en Gstaad, uno en Los Cabos y una en Iasi. Y detrás de cada pase, una victoria con carácter, en algunos casos a costa de figuras establecidas. Una evidencia clara de que el tenis argentino mantiene presencia, profundidad y proyección en el circuito mayor.

La mirada ahora se traslada al desarrollo de esos duelos: cada triunfo no solo significa un salto en puntos y premios, sino también experiencia, confianza y proyección hacia las posiciones de privilegio. El calendario sigue ofreciendo oportunidades, pero esta semana ya quedó grabada como una de las más resonantes de los últimos tiempos para la Legión albiceleste.

fuente: CLARIN

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