
Argentina y Estados Unidos formalizaron este jueves un marco de acuerdo comercial que apunta a profundizar la cooperación bilateral en comercio e inversión. La Casa Blanca presentó el entendimiento como una alianza estratégica basada en valores democráticos compartidos, orientada al libre mercado, la iniciativa privada y la apertura comercial. El anuncio llega tras la asunción del nuevo embajador estadounidense en Buenos Aires, Peter Lamelas, y marca un avance decisivo en la agenda conjunta impulsada por las administraciones de Donald Trump y Javier Milei.

El acuerdo contempla un paquete amplio de medidas que incluye reducción de aranceles, alineamiento de estándares regulatorios, fortalecimiento de la propiedad intelectual y una estrategia común para garantizar un comercio más transparente. En materia arancelaria, Argentina otorgará acceso preferencial a bienes estadounidenses —como maquinaria, productos químicos, tecnología, medicamentos y vehículos— mientras que Estados Unidos eliminará aranceles recíprocos para ciertos recursos naturales y artículos farmacéuticos no patentados. Además, ambos países acordaron mejorar el acceso bilateral para la carne vacuna, un punto sensible para el sector agroexportador.
En el capítulo agrícola, el país se comprometió a abrir su mercado al ganado bovino vivo proveniente de EE.UU., permitir el ingreso de aves de corral en un año y evitar restricciones sobre denominaciones utilizadas en quesos y carnes. A la vez, simplificará procesos de registro para productos cárnicos y lácteos. En paralelo, Argentina adoptará una prohibición a la importación de bienes producidos con trabajo forzoso y reforzará la aplicación de su legislación laboral. El acuerdo también incorpora compromisos ambientales, como la lucha contra la tala ilegal y la optimización del uso de recursos, incluidos los minerales críticos, claves para tecnologías estratégicas.

Otro de los ejes centrales es la seguridad económica, donde ambos países acordaron coordinar posiciones frente a prácticas comerciales no mercantiles y armonizar criterios sobre control de exportaciones, inversiones y evasión arancelaria. También cooperarán para facilitar el comercio e inversión en minerales críticos y estabilizar el mercado mundial de soja. Finalmente, Argentina asumió el compromiso de abordar distorsiones generadas por empresas estatales o subsidios industriales, con el objetivo de fortalecer la competitividad y dar previsibilidad al intercambio bilateral.



