La desaparición de Lian Gael Flores Soraire, el niño de tres años visto por última vez el 22 de febrero en Ballesteros Sud, sumó un capítulo inesperado. A más de siete meses del hecho, la familia del menor solicitó la detención de dos vecinos, luego de que los peritos detectaran archivos de pornografía infantil en los teléfonos de los sospechosos.
Los implicados, de 21 y 16 años, ya habían sido señalados por contradicciones en sus declaraciones ante la Justicia. Los análisis de sus dispositivos revelaron material de extrema gravedad: más de 40 archivos de abuso sexual de menores de 13 años en el celular del adolescente, y videos con contenido pedófilo en el del mayor. Aunque las pericias no determinaron si los usuarios produjeron o distribuyeron las imágenes, el hallazgo abrió una nueva línea de investigación.
El padre del niño, Elías Flores Mamani, junto a su abogado Rodrigo Tripolone, presentó el pedido de detención ante el Juzgado Federal de Bell Ville. Denunció además demoras injustificadas en la causa y reclamó la intervención de organismos nacionales e internacionales para ampliar las pericias digitales. “Había elementos suficientes para actuar desde el primer día”, sostuvo el letrado.
En tanto, la fiscal María Virginia Miguel Carmona y la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex) solicitaron colaboración internacional. Pidieron a Estados Unidos información de geolocalización a Google y solicitaron a Interpol verificar antecedentes o denuncias previas contra los sospechosos. Mientras tanto, la familia de Lian continúa exigiendo respuestas en medio de una investigación que, pese a los avances tecnológicos, aún no logra revelar qué pasó con el niño.
