
Un hombre de Nuevo Hampshire, Estados Unidos, admitió haber matado a su cuñada y a sus dos sobrinos pequeños cuando tenía 16 años. Este viernes 15 de agosto, se declaró culpable de homicidio culposo.
Eric Sweeney —ahora de 19 años— vivió con la familia de su hermano mayor en Northfield, un pueblo ubicado en el condado de Merrimack, durante tres años. En agosto de 2022, mató a tiros a Kassandra Sweeney, de 25 años, y a sus hijos, Benjamín, de cuatro años, y Mason, de uno.
El caso iba a ser llevado a juicio el próximo mes, bajo la carátula de homicidio premeditado, pero Sweeney se declaró culpable durante una audiencia ante la Corte Superior del Condado de Merrimack. Por lo tanto, obtendrá una pena menor, según informó la agencia de noticias AP.
El cargo de homicidio premeditado conlleva una sentencia automática de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. En cambio, el homicidio culposo es punible con una sentencia máxima de cadena perpetua.
Sweeney, cuyos abogados habían considerado plantear una defensa por demencia, será sentenciado el 3 de octubre.
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Según los fiscales, el hermano mayor de Sweeney, Sean, y su esposa, eran tutores del adolescente cuando sus “crecientes problemas de conducta”, como mentir y violar las reglas de la casa, comenzaron a causar tensiones en el hogar.
La pareja llamó a la policía dos veces: una, cuando Sweeney tomó su camioneta sin permiso, y la segunda, menos de dos semanas antes de los asesinatos, para decir que estaba haciendo “afirmaciones extrañas”, detalló la fiscal general adjunta Bethany Durand en la audiencia.

“La situación se deterioró hasta el punto de que Sean instaló un candado en la puerta del dormitorio principal para mantener al acusado fuera de esa habitación”, agregó Durand.
La fiscalía describió unos videos que Kassandra Sweeney grabó y envió a su esposo menos de 10 minutos antes de que fueran asesinados: Manson reía mientras uno de los perros de la familia mordisqueaba la cola del disfraz de dinosaurio de Benjamín; ambos menores miraban por la ventana a una marmota y decían “Hola, papá” a la cámara.
“La familia tenía una mañana normal, y los niños jugaban y reían con Kassandra mientras la ayudaban a crear videos para enviarlos a su papá”, explicó la fiscal Durand, quien agregó que “no había indicios de ninguna persona desconocida, intruso o peligro dentro de su hogar”.
Cuando fue detenido, Sweeney le dijo a la policía que estaba en su habitación en el sótano cuando escuchó que algo se rompía arriba, junto con los gritos de un hombre con voz grave y múltiples “estallidos”, según documentos judiciales.
Aseguró que subió y encontró a su cuñada y sus sobrinos en el suelo con sangre. Según su relato, tomó el celular y las llaves de Kassandra y se fue. Luego llamó a su hermano, quien alertó a la policía.
Los investigadores encontraron a Kassandra y Mason en el comedor y a Benjamin en la cocina, explicó la fiscal Durand. Los tres habían recibido un disparo en la cabeza. Benjamin a través de la capucha de su disfraz de dinosaurio.

La fiscal dijo que Sweeney usó la pistola de su hermano, que estaba guardada en una caja fuerte bajo la cama de la pareja.
Los miembros de la familia, algunos de los cuales lloraron durante la audiencia, declinaron hacer comentarios después, al igual que los abogados de ambas partes.
Según documentos judiciales, Sweeney dejó una nota a la pareja cuando tomó su camioneta en junio de 2022. “No pertenezco a esta familia. Todo lo que hago es robar y mentir y ser irresponsable. Los quiero mucho, hermano y hermana, adiós”, escribió en aquel entonces.
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