
El Congreso no logró revertir el veto presidencial de Javier Milei a la ley que establecía un aumento del 7,2% en las jubilaciones y la actualización del bono a $110.000. Aunque la oposición consiguió habilitar el tratamiento del veto, la votación final no alcanzó los dos tercios necesarios para dar marcha atrás a la medida.
Debate y votación ajustada
Durante la sesión, 159 diputados votaron a favor, 75 en contra y 4 se abstuvieron de un total de 239 presentes. La habilitación del debate fue posible gracias a ausencias clave en el bloque libertario y en el Pro, que permitieron que la oposición alcanzara los dos tercios con mayor facilidad.
El jefe del bloque de Unión por la Patria, Germán Martínez, lanzó una advertencia hacia quienes podrían cambiar su voto: “Los derechos de los jubilados no pueden estar por encima de una mesa de negociación con el poder de turno”.

Alternativas y posturas de los bloques
Al final del debate, se propuso una insistencia parcial sobre algunos artículos de la ley, con el objetivo de sumar apoyos. La Coalición Cívica respaldó la medida como un acto de justicia, mientras que Ricardo López Murphy y otros diputados oficialistas defendieron el veto presidencial, argumentando que la ley estaba mal diseñada y no resolvía los problemas estructurales de los jubilados.
Varios bloques se mostraron fragmentados: en el radicalismo hubo deserciones a favor de la oposición, mientras que Innovación Federal tuvo votaciones cruzadas según la provincia de origen de los legisladores. Desde Democracia para Siempre y Encuentro Federal, en tanto, reafirmaron su compromiso con los más vulnerables y cuestionaron la estrategia de vetos y decretos del Gobierno.
Con el veto sostenido, los jubilados seguirán sin el aumento previsto y el bono mensual permanecerá sin actualización. La situación abre un nuevo capítulo de tensión entre la oposición y el oficialismo, en un contexto de debate sobre la institucionalidad y el equilibrio fiscal del país.

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